Taladraré mis versos con mecha
del 12, envueltos en chapa del 16,
acero SAE 1020, y los soldaré con
autógena o quizá con eléctrica,
electrodo de fundición limable.
Pero no hay lima para esta pasión,
ni esmeril que la pueda mellar.
No tengo opción para preservar
mis rimas de metal, excepto
la mano de fosfato y el triste
desoxidante gris del ocaso.
CR
Copyright@2914 por Carlos Rigel