12 de diciembre de 2018

Fondoseco: Los escritores y la bebida.



"...impermanecer, porque sus cuerpos arden, 
porque sus cuerpos gritan, porque gritan 
como ángeles en llamas. Unos mueren 
calcinados y otros de amargo silencio..."


Fuera de programa y con cierto retraso, a fines de Marzo o comienzos de Abril de 2019 saldrá a la venta el ensayo Fondoseco, volumen solitario que provisoriamente titulé como literalcoholismo, sobre el fenómeno de los escritores ligados a la bebida. Cerrado en 170 páginas, por cuestiones de costos y precio de venta, no explora a todos los autores dipsómanos de la literatura local y universal, como lo hace el madrileño Carlos Mayoral en el completo ensayo Etílico (Madrid, 1986), pero establezco ejes en los íconos famosos de las letras con los casos más resonantes y conclusiones muy diferentes. Voy a recordar que el presente fue uno de los tres ensayos principales que componían el volumen ambicioso La montaña prometida, además de ficciones y traducciones de poemas universales, promesa que tendrá que esperar para ser completada por la ausencia de la extracción. 

Pero fue una extravagancia indagar la vida de Rimbaud, de Faulkner, de Echenique, de Bukowski, de Duras, de Hemingway, de Poe, de Castillo y de tantos otros que todavía me colman de fascinación al escarbar sus riquezas y pobrezas de sus plumas cedidas, de olfatear sus vasos, de contar las botellas. Por eso comparto un fragmento cortado a la fuerza, ya que todo el libro cuenta con un único párrafo sin punto aparte, sino el último...


"... Nada alcanza, nada. Si fueron tres volúmenes, entonces pudieron ser cuatro; si fueron veinte, entonces pudieron ser veintiuno o veintidós. Siempre nos parecerá que falta algo para agregar a la tarea de crecer y multiplicar obras, cuando para el destino basta con el reconocimiento y el abrazo al alma laboriosa. El destino no mide la cantidad de piezas terminadas, sino el mérito social alcanzado, porque el alma no parte hasta no haber contabilizado el aplauso último dispensado por nuestra propia sociedad. Así debe ser. Maldito quien no labure para la aceptación del género y parta negado y sin admiración porque es la finalidad del alma. De Homero a la fecha, la brújula no ha movido la aguja, con o sin bebida. Inefable, no es un torneo de litros consumidos con premios al vencedor de la prueba, sino una misión a cumplir, cueste lo que cueste...

CR
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11 de noviembre de 2018

Aeterna


¿Qué es el tiempo?

Nací en China hace 4724. pero la vi recién en 181, durante un incendio en Roma, y al sentir el aroma de su cuerpo recordé haberlo advertido antes, quizá en 112 A.C.. o tal vez en la Antioquía del 180. Luego, cuando los moros invadían Europa en 723, soñé que frotaba sus cabellos lacios por mi cara, pero debí perderla por poco. El 1616 sentí la desesperación de su muerte durante el descenso cruel en Panamá. Volví a sentirla morir en un pueblo de la España en guerra. La vi en Brasil en 1962, conversando con un ángel. Mañana creo que la veré en Buenos Aires cuando de vuelta a una esquina céntrica, o quizá en el viaje en tren de regreso, o mientras espere el micro. Estará de pie frente a una vidriera, eterna y dimensional. Y la veré entera con mi cuerpo y el peso de siglos.Penetraré de nuevo el aroma de sus lacios, sentiré el perfume de su cuerpo que grita y recordaré las llamas y la muerte, el tiempo y los sueños. No sé todavía qué le diré, pero no la dejaré ir. Sino, sé que tendré que esperarla hasta el 2318 en la Antártida tropical. Dios juega al tiempo y tardo siglos en aprender, pero el mío se agota. Me inspira la persistencia de su alma por encontrarme. Pero ella no lo sabe.

CR


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