UR - Jueves 28 de Mayo a las 19:00 hs
Federico Towpyha Arte Contemporáneo
Tucumán 3148 - CABA
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No soy quién. Una infiltrada en busca del fuego.
Adónde
está. Olerlo.
Casi
percibo la temperatura, el chispazo, la llama.
Seguir
el rastro. Todo inicia en Ur. Ciudad sagrada. Discontinuidad del tiempo.
Quiebre en la lógica de la historia. Mito mutacional que prescinde de cualquier
leyenda antropológica.
Voy.
Quién escribe ahí. Quién pronuncia.
U r
( ur
)
De
cara a los dioses. Desafiante a los dioses.
U
< r. El modo caldeo de decir fuego. Pero también ciudad. Y quizás,
traición. Traición a la naturaleza que huye. A lo humano. Adónde el fuego,
entonces. Sigo el rastro que deja la luz justo antes de apagarse, de retraerse
en la madera tiznada. Destrucción controlada. Donde hubo cenizas llamas
ausentan. Donde hubo fuegos, negritud. ( carboniza ) Promesa invertida de
encendimiento. Reconstrucción obstinada. No conozco esa lengua para decir lo
que presiento. Intuyo, busco, huelo. Pero ignoro la palabra que descifra un
idioma que está a punto de fundar. ¿Quién?
Un
arquitecto. Un escriba. Un ácrata silente. Sin dioses.
No sé
de su lenguaje pero escucho la quietud. Una atmósfera que contempla y construye.
Poco a poco construye. Persiste. Acumula. Obstruye. Raspa. Ruge.
Nada
muestra lo que extingue en la sucesión de instantes que se precipitan.
Un
escondite hecho de señas, de huellas. No están sus manos ahí. No está su tiempo.
Está –apenas- el reflejo del intento
(no
puede guardarse el fuego)
La
ciudad esconde un vacío.
Todos
los caminos conducen a Ur. Y tan sólo después a Roma.
Los
mismos caminos para territorios distintos. De lo intenso a lo extenso. Símbolos
en las paredes silenciosas. Palabras ahuecadas. Qué sucede si se sustrae el vocablo
a la escritura y la cifra a la palabra. Quién nombra. Quién enumera. Quién vive
en Roma. Qué esconde Jerusalem. Nunca nadie nada. Ir. De casa en casa. Asfixia.
Ya no hay humo pero quién habrá de respirar. Ir. Ur. De construcción en
construcción. De urbe en orde. Sustracción de los senderos. Ur < de.
Urdimbre intracotidiana. Nadie nunca nada. Un todo para esconder lo expropiado.
Sucesión de habitáculos. Ladrillos de madera. De papel texturado. Quién ocupa
sin cuerpo lo construido en contra de lo blando. Qué podrá perdurar en lo
frágil.
uR
(h) U
#
i r.
Y
entonces la mención al cielo. En todo caso horizontes. Otra vez la obstinación.
O quizás la persistencia intuitiva de la llama. Se ha quemado el hilo entramado
a la presencia hasta dibujar la sombra de un incendio. Una multitud de
pequeños, sucesivos, oraculares incendios.
Lo
que reúne y lo que abre. Lo que sustituye y reinventa. Gargantas gestos dioses
fuegos. Se levantan. Viajan. Insisten. Rastros rojos sulfurosos ardientes. Ir
es escapar para regresar. Los caminos mutan escaleras. La espiral del ascenso.
No es en el interior de la construcción sino en lo abierto donde la rebeldía
traza su herida. Cómo se pinta con fuego. Cómo talla la presencia encendida el
animal alado. Rastros de lo incierto. Cómo se entrega al olvido inmóvil un
temblor. Un movimiento.
(Toda
presencia quema)
I
< r y n o saber h a bl ar. n o saber callar. mejor silencio.
Clodet García