18 de abril de 2009

La vida después de la muerte


…. Entonces Max (el actor Jamie Foxx) se enfrenta con su 9mm —inhábil como es— al gélido asesino Vincent (el actor Tom Cruise) y su Beretta de 16 disparos, cuando un salto de electricidad de cambio de red aérea deja al tren en la parpadeante oscuridad con mínimos destellos exteriores. Y ambos sin sentencias ni aclaraciones, se vacían mutuamente los cargadores, uno contra otro, fuego y rayo, apenas separados por las puertas neumáticas de ventanillas transparentes que en nada afectan a los proyectiles —no a esa corta distancia—, las armas rugen como truenos. Y Tom Cruise, aunque herido de muerte, gesticula displicente. Un final palpitante...
Andrea a mi lado, aún estupefacta por la persecución, pregunta:
—¿Lo mató?
Absorto aún con las escenas finales, le respondo:
—... Me parece que no porque lo vi hace poco en otra película.

16 de abril de 2009

El monstruo que amamantan

Está confirmado: La imbecilidad de este gobierno ha hecho del agro una oposición política en las próximas elecciones. La falta de cintura para manejar la crisis ha terminado de darle aire a personalidades de baja o nula representatividad social, pero tan mediáticas, que la gente los asume como campeones de la arena y cree estar escuchando a senadores o a diputados. Pero no lo son. Sólo son dirigentes de entidades agrarias. Sin lugar a dudas, hemos retrocedido a la Argentina previa a la llegada de Perón hace 60 años. Esta vez el monstruo nació en casa.

11 de abril de 2009

El márquetin del Sr. Gibson


Vuelvo a intentar por tercera vez llegar hasta el final de la película del Sr. Mel Gibson, La Pasión de Cristo, pero nuevamente me veo frustrado. A poco me doy cuenta de que no la creo. No me comprometo. Si apenas le faltó que lo ametrallaran. No se trata de la clásica película donde los malos son peores que malos y justifican la reparación vengativa de los buenos, que son más que buenos. Está diseñada para que uno diga: ¡Judios hijos de mil putas, que los maten a todos!, porque no hay tal acto de reparación de los buenos, entonces uno tiene el derecho de tomar todas las hachas que encuentre y asesinar a quien no haga tiempo a escapar de nuestra rencorosa justicia. Por ejemplo, nosotros, aquí, digamos, en los comercios del Once, ¿no?, contra judíos, y contra coreanos, y contra chinos, y tanos, y españoles y contra todos. Porque don Mel, nos invita a una experiencia de odio, asco e histórica venganza. De alguna manera nos dice que tiremos la bomba atómica contra los malos en el nombre de Cristo, siempre y cuando tenga un crucifijo en el circuito detonador.

Pero a no tomarnos las cosas a pecho, porque se rumorea en los pasillos de Hollywood que don Mel prepara los siguientes títulos para equilibrar la porquería:

-El retorno del rabbí: Contra los judíos malditos
-Cristo inicia: La amenaza fantasma de Bin Laden
-Cristo bautiza a Alien —codirigida con James Cameron—
-Jesús de Nazareth sana a los iraquíes endemoniados
-Cristo y María contra. la mafia rusa
-Dios bautiza a Bush
-Jesús, Cinturón negro contra las drogas
-La invasión a Cuba de María
-Dios interviene en Wall Strett por el crudo
-Cristo triunfa sobre el afgano: La muerte del terrorista
-La guerra de los mundos: Dios contraataca a Jerusalén
-Cristo vence a Abrahan, a Moisés y a Mahoma
-El mediador: Jesús engaña a irakíes y libera a soldados rehenes

9 de abril de 2009

El muro filosofal

—¡De este lados estamos los buenos!
—¡Un muro no nos detendrá!
—¡Nos discriminan por ser pungas y rateros!
—¡Yo solo valgo por cien!
—Si quieren, del otro lado hasta pueden pintarle grafitis.
—¡No nos alcanza con una billetera, si es lo que piensan!
—Hay que cerrar el muro en círculo... y ponerle tapa.
—Al menos podemos tirarles molotovs sin que nos vean.
—Esto e un asalto a la dignidá humana.
—De aquel lado son todos garcas.
—Vendo Renó 6, gomas nuevas, retoques de chapa.
—¡Qué trafiquen ellos entonces!
—¡No nos detendrán ni 100 muros!
—Bueno, que dejen un paso para la servidumbre.
—Lo mejor es minar la calle y listo.
—M'a qué muro ni ocho cuartos, ¡hay que emparedarlos!
—Escuché que Palito Ortega tocará con Pink Floyd.
—No importa, usaremos una catapulta.
—Y que traigan a Callejeros.
—Hasta pueden llenarlo de poemas, como a la casa de Neruda.
—Yo con las placas me hice un galpón.

-

El espejo en el Cielo


«... Pero ya adultos, con la mente abierta y el corazón hueco, la metáfora se ha revertido en nuestras manos. Nietsche también ha muerto, el tiempo ha colapsado: Ahora es Dios quien busca nuestro perdón. El Hombre debe ascender al cielo a transitar sus ruinas y rescatarlo de entre los escombros y revivirlo y darle la vista y decirle: Levántate y anda. Yo soy la luz de tu Vida. Pero la Tierra aún no escucha el llanto del reino; es el clamor de los ángeles en los gritos del Padre. Yace ahogado en la frustrada eternidad humana. Ahora es Adán quien debe derramar en el Cielo su propia sangre para salvar a Dios.
Homo, ¿quo vadis?
A morir en el Cielo, señor... A salvar el Cielo.
»



Fragmento del capítulo
La anomalía de Jerusalén
de
El Libro de las Almas

Carlos Rigel © 2007

Pink Floyd en San Fernando


La famosa banda británica Pink Floyd acaba de anunciar el conocido recital The Wall en San Fernando, Provincia de Buenos Aires, en fecha a confirmar. Habrá derrumbe público de placas de cemento, robo de columnas metálicas y despliegue antimotines con 100 policías en escena y forcejeo vecinal de ambos lados del muro. La olimpíada pública contará, además, con pungueo gratis al azar.
Se encuentra abierta la venta de pedazos de mampostería y reventa del hierro capturado al municipio de San Isidro. Proximamente, sobrante de cápsulas lacrimógenas.

8 de abril de 2009

Constructor tipográfico

Acerca de la permanente preocupación del actual gobierno por lo que expresan de ellos los medios (y que los lleva incluso a perder la compostura e interferir la frecuencia de transmisión de medios radiales y televisivos del Grupo CLarín, agrego yo), dice Jorge Lanata:
-- ¿Se lo imaginan a Perón preocupado por los diarios?... ¡Perón hacía los diarios!

Por supuesto que se refiere a que el periodismo de la época llenaba páginas con su gestión. Hoy han remplazado la ejecutividad con anuncios diarios, que es como remendar con humo la realidad. Total, que después no hacen un carajo, como en Tartagal.

2 de abril de 2009

A la eterna improvisación del Gobierno


Están a tiempo de comenzar la organización del siguiente ceremonial que corresponde al fallecimiento de un ex presidente de la Nación con el rigor y el protocolo adecuado a las circunstancias. No es difícil, sólo se necesita un poquito de sentido común.
Me refiero al empleo de un carro tradicional de ruedas amplias provisto por el Regimiento de Granaderos –en reemplazo del ridículo jeep de combate que emplearon hoy (look carapintada) que a don Raúl se le hubiera estrujado el hígado de conocer su transporte final–, tirado por caballos blancos de correaje negro con el féretro en altura, digamos a dos metros del suelo –para que todos lo vean pasar sin desbordar el cerco policial para tocarlo–, y con la contención enérgica pero compasiva de los manifestantes y del público –ya que no es un mundial de fútbol sino un velorio–, formando un rectángulo policial de unos trescientos metros de largo que sólo contenga a familiares, cuerpo diplomático, autoridades extranjeras y nacionales y la correspondiente corte militar de honor.
Más allá de ser un vecino o un ciudadano o un amigo hay que rendirle honores de presidente. Y lo primero se subordina a lo segundo. Es el último sacrificio que se pide al pueblo para con la investidura presidencial ya que no se puede permitir, por ejemplo, al lado de un ex presidente extranjero o de un representante de cualquier patria cercana o lejana, a un fanático desencajado que quiera llevarse el féretro como recuerdo para decorar el living de su casa, o tallarle con sevillana en la madera –o con aerosol– su nombre y la fecha, así como tampoco esperaríamos a que ningún grupo de militares eufóricos liberen al aire ráfagas de metralleta con gritos de júbilo.
Se llama
ceremonial y tiene reglas de protocolo, pero también es parte de algo que se llama tradición –en oposición al clásico argentino de la anarquía y el desorden– y se emplean estos conceptos para moderar las pasiones tanto de los insensatos como de los pacíficos.
Y digo que están a tiempo porque siempre fallecerá algún ex presidente. A menudo la gente mayor cuando ingresan en la ancianidad suele hacer eso con frecuencia. No sólo es probable sino también posible.
Hagan algo más que exponernos todo lo que no les sale bien.

El luto de la Ética