30 de diciembre de 2010

¡Y que sigan los éxitos!



Siniestras y alegres estadísticas nos muestran
que nuestro país rompe sus propias marcas históricas.
Todo es un record en la querida Calpurnia.


Record de ventas en autos caros pero no hay naftas, record de quejas en las filas para cargas naftas, record de ventas en aire acondicionados pero con cortes de luz, record de electrodomésticos arruinados por los cortes de luz, record de turistas a la costa Atlántica pero sin billetes de cien mangos, record de billetes falsos de cien mangos, record minimalista cuando diez tipos toman la autopista a La Plata porque les quitan los subsidios, record de conductores esperando que los diez tipos liberen la autopista, record de usurpación de terrenos fiscales y privados, record de gendarmes heridos y hospitalizados, record de tiempo en la liberación de terrenos usurpados cuando un juez libra 14 órdenes de detención, record de expropiación de tierras nacionales en manos extranjeras, record de coimas y picotas, record de pagos a usurpadores para que abandonen tierras usurpadas, record de filas disparatas para hacer un trámite, record de juicios de jubilados para cobrar lo que les corresponde, record de niños explotados, record de extranjeros indocumentados reclamando beneficios sociales, record de gente colgada de la luz, del gas, de la WEB, del teléfono, record de contradicciones en la oposición, record de embarazadas que cruzan nuestra frontera para parir aquí y recibir beneficios sociales, record de incoherencias entre el discurso y la acción, record de condenas incumplidas a genocidas, record de leyes aprobadas pero no implementadas, record en ventas de medicamentos truchos y record de aportes sucios a la campaña que viene, record de conspiraciones de Duhalde, record de discursos ininteligibles de Macri, record de encuestas telefónicas de candidatos que pierden como en la guerra.
Otra que el Guinnes, inauguramos el Libro Calpurnio de los Records Universales.



26 de diciembre de 2010

Desangrarse en democracia





"Me fui como quien se desangra" dice Güiraldes en una novela ejemplar de nuestra cultura. Pero a veces para agonizar gota a gota no hace falta irse sino quedarse, porque basta con no ser escuchado en una democracia kafkiana que se jacta de participar a todos sus miembros. Concluyo: "Todos los miembros de una sociedad somos iguales ante la ley, excepto aquellos que no son tan iguales ni tan parecidos a los miembros que yo necesito para cumplir mis planes".
Cedo este espacio, entonces, al reclamo del pueblo Qom representado en este caso en la palabra del conductor y periodista de FM Universo, Emilio González.


"El líder Qom, Féliz Díaz, de la Comunidad La Primavera (Formosa) se ha encadenado y viene realizando una huelga de hambre en 9 de Julio y Av. De Mayo de esta capital, a partir del 23 de diciembre junto con cinco integrantes de pueblos originarios de la Argentina; lo acompañan en esta medida extrema dos miembros Qom de La Primavera, un coya, un comechingón y un mapuche. Hace más de 15 días que vienen realizando un acampe en ese mismo lugar.

El objetivo de esta medida es lograr que la presidente de la Nación Cristina Kirchner los atienda para que le sean devueltas sus tierras, sean investigados los crímenes y la represión contra su comunidad y otras demandas como agua, salud y la restitución de sus DNI quemados por la policía provincial.

¿Por qué esta medida extrema que pone en riesgo la vida de estos originarios?
La huelga de hambre se inició el 23 de diciembre, al cumplirse un mes del asesinato del Qom Roberto López (CCC) en la brutal represión realizada por la policía formoseña que apaleara salvajemente a mujeres, niños y ancianos, quemando sus casas, destruyendo sus enseres y documentos. Ese mismo día fue atropellado y muerto por un policía, Mario López del MOCAFOR cuando se dirigía a La Primavera para solidarizarse con la Comunidad.

Esta Comunidad se encuentra a 65 km. de Clorinda, localidad de Formosa; comprende un área de excelentes tierras de más de 5.000 ha. habitadas por 4.600 personas pertenecientes a 850 familias.

Una vez le pregunté al escritor paraguayo Augusto Roa Basto qué pensaba de nuestras florecientes democracias latinas, y me respondió con otra pregunta: "¿Cuáles democracias, joven?" (N. de B.)


Los Qom venían cortando la ruta 86 hace más de cuatro meses en defensa de una parte de sus tierras (700 ha.) que pretende usurparle el gobierno provincial de Gildo Insfrán en alianza con los Celía, familia terrateniente de la provincia. Si bien ha pasado más de un mes de estos hechos, no hay ningún detenido ni se ha realizado la investigación correspondiente por los asesinatos, pero sí continúa la persecución contra el líder qom Féliz Díaz y las amenazas para los miembros de La Primavera. El Gobierno Nacional no sólo no ha dado una respuesta a estos hechos gravísimos sino que continúa con un silencio cómplice.

A partir del inicio de la huelga de hambre se presentó en el campamento instalado en la 9 de Julio, Claudio Morgado, presidente del INADE para que desistieran de la medida con la promesa de una reunión con el Ministro del Interior Florencio Randazzo. Féliz Díaz respondió que no tenía ninguna expectativa con respecto a esa reunión, ya que tuvieron otras anteriormente con miembros del gobierno, donde se habían comprometido a resolver en 48 hs. sus reclamos y no sucedió nada. De todos modos, la huelga de hambre sigue y estarán el lunes 27 a las 10 de la mañana para reunirse con el ministro y exigir un compromiso público y firmado para que sean devueltas sus tierras, entregados nuevos DNI tan necesarios para los cobros de pensiones, subsidios, ayuda social y también cubrir las necesidades de agua y salud para toda su comunidad.

Los Qom se preguntan por qué el gobierno que se proclama “gobierno de los derechos humanos” no considera los derechos humanos para los originarios. Como en la llamada “campaña del desierto” de Roca en 1879 y la “campaña verde” de Victorica en el Gran Chaco de 1884, sigue corriendo la sangre originaria en defensa de la tierra y su dignidad.
¿Por qué se les destruye sus documentos?

Será que se los quiere hacer desaparecer, como en el pasado; negar la identidad es determinar su inexistencia. En un momento como la Navidad cuando se pretende que en las familias argentinas reine la fraternidad y la armonía, quienes estaban en estas tierras miles de años antes que apareciera la civilización que trajo las fiestas cristianas, molestan y se ven obligados en esta tan importante festividad para gran parte de nuestro pueblo, a ingerir solo líquidos en una huelga de hambre que les puede costar la vida.
Ahí, en 9 de Julio y Av. de Mayo, está presente una parte de la historia nacional con su reclamo ancestral…

¿Los escuchará el gobierno? ¿Se sensibilizará el pueblo con sus reclamos?
Es una obligación para todos los argentinos ser solidario con estos hermanos.

Emilio González"
Cultura desde el pie, FM Universo,
Buenos Aires, 23 de Diciembre, 2010


23 de diciembre de 2010

El beso de la salvación


Durante siglos de imperio cristiano, "el beso de Judas" ha causado rara vez extrañeza cuando la constante ha sido casi siempre el repudio y el odio asquérrimo. Tanto la iglesia como la psicología erran sus procedimientos de análisis porque parten de la existencia de una traición. Debemos recordarles que dicha figura debe ser la conclusión final y no el génesis del razonamiento. Ni siquiera se han atrevido a considerar el concepto de la "entrega" que presupone un previo acuerdo de partes. Pero más allá de las cuestiones ontológicas se encuentra el acto intrínseco en sí mismo.

Brindo a mis poquísimos lectores un fragmento revisionista del caso escrito en 2005, a prontuario abierto, como se lo merecen.



"... Pero en la retrospección de los hechos, examinando el árbol desde las ramas hasta la raíz, aún nos resta una pregunta engañosamente simple: ¿Cómo el cordero solitario del pueblo judío llega a manos de Pilato, el gobernador romano?... A través del Beso de la Salvación: El beso de Judas, asunto que deviene en un rosario de actitudes y circunstancias que trataremos con brevedad a continuación.

De los investigadores, profesores de cátedras y teólogos respetados, tanto de universidades estadounidenses como europeas contemporáneas, incluyendo al marquetinero Rev. Dr. Tom Wrigth, ninguno de ellos ha logrado dilucidar el origen de "el beso de la entrega" en el huerto Gethsemaní, la Prensa de Olivas en hebreo antiguo. El interrogante llega al extremo en John Dominic Crosant, reconocido investigador y teólogo de la DePaul School de los Estados Unidos, cuando manifiesta que «no hay motivos que justifiquen tal beso». Por otra parte, se han delineado todo tipo de especulaciones y hasta explicaciones disparatadas acerca de las razones psicológicas de Judas —todas erradas— porque están inspiradas en la traición pormisma.

La pregunta más común proviene del siguiente razonamiento: Si la detención fue operada por judíos ¿para qué marcarlo con un beso cuando cualquier escriba o anciano poblador de Jerusalem sabía quién era el Cristo? Durante los cinco días previos miles de habitantes lo habían visto en las plazas y en el templo de la ciudad. Cualquiera podía reconocerlo, como fue reconocido Pedro en la madrugada trágica antes del amanecer. Entonces ¿cuál fue el motivo que llevó a Judas a guiar a una compañía de soldados, guardias, secretarios y hasta un tribuno romano y, delante de todos ellos, señalar a Jesús de entre los discípulos?

Nadie ha podido comprender la necesidad de tal beso. Durante décadas actuó sobre la incógnita la aceptación dócil de su morboso sadismo, o bien la duda descartiana sin solución, pero nunca la certeza. Se hace difícil abstraerse del arquetipo de la morbosidad porque las explicaciones son siempre posteriores a la aceptación del modelo de Judas como traidor, por eso conducen al error en la figura de un acto innecesario, además de resultar invalidado desde cualquier otro criterio. Casi podríamos decir que el beso no fue necesario, porque un verdadero traidor no habría aparecido en el huerto en el momento de la captura. Hubiera observado de lejos por instinto de preservación, como el oficial nazi que deja la maleta con explosivos en el bunker de Hitler y sale. En el modelo de Judas deberíamos aceptar que dicho oficial se queda en el interior para ver cómo explota.

En un simple reconocimiento policial de sospechosos, en cualquier tribunal o comisaría de nuestros días, el testigo tendría más resguardos para identificar al culpable de los que Judas pareció tomar esa noche al entregar a su maestro.
La traición es un acto desleal de reparación o de protección, y es a cara descubierta, como el asesinato de Julio Cesar, y en el extremo opuesto, a cara cubierta, anónimo, como el atentado contra Hitler, pero también puede ser un acto de preservación ante el fin inminente, como parece indicar el modelo de Judas. Pero si era de protección de su vida ¿para qué aparecer en el huerto? ¿para qué besarlo? Por lo ilógico de la situación descrita por los apóstoles —quienes no eran precisamente intelectuales refinados, ni hombres cultos en sus observaciones— hasta a veces se ha descartado que hubiera existido, porque no hay motivos que lo justifiquen. Parece una iconografía de la traición para alumnos de escuela primaria.
Y sin embargo existió.
No abriguemos dudas de que fue necesario en la mente de Judas y acaso, por deducción, en la de Cristo. La noche quedó marcada para la eternidad con ese beso.

Analicemos el caso.
Judas negocia con los fariseos la presencia de Jesús en el interrogatorio. Hasta allí el plan de Cristo marcha sobre carril seguro. Pero algo altera los acontecimientos: Judas toma conocimiento recién esa última noche de la intervención de tropas romanas en la detención de Jesús. Más precisamente en los últimos instantes antes de partir rumbo al huerto. Caifás traiciona a Judas. Su gestión, la de Judas, debió tornarse desesperada a partir de ese momento.

Él lo sabía: Roma apresaría a todos. Para eso habían sido llamados. No se salvaría ni uno sólo de los once restantes. Quizás Jesús de Nazareth pudiera sortear el interrogatorio de los pontífices, pero cómo podrían sortearlo los discípulos, cómo podría defenderse Pedro y Mateo, y Bartolomé y Andrés y los otros. Los minutos atropellaban su conciencia. Judas pensó rápido en las alternativas —todas inevitables— y vio, como único camino, el capitalizar la tragedia y orientarla de manera definitiva sobre una sola figura. En esos instantes debió negociar con judíos y romanos una única captura: La de su maestro. En las mentes del gobernador y del tribuno romano y de los soldados y de los guardias del templo —incluso del propio Caifás— capturarían a todos, maestro, discípulos y seguidores, hasta el último; solo que Judas vendría con ellos para asegurarse de que no fuera así.

Y no libre de dudas guió a las turbas hasta el huerto. Y a la vista de todos ellos les señaló, entre los presentes esa noche, al único que debían apresar. Minutos y metros antes de llegar al huerto, Judas —con o sin las treinta monedas— pudo irse en la noche temprana con la conciencia turbia, como hubiera hecho cualquier traidor, para no volver jamás a Jerusalem. Pero no lo hizo, porque eligió quedarse y guiarlos y enfrentar cara a cara a su maestro, a su guía, a su hermano. Y besarlo. Y asegurarse que sólo apresaban al único que él había señalado.

El beso no era la burla grotesca del perverso, ni tampoco tenía por finalidad señalar la entrega a los judíos, porque no hacía falta. Era la marca necesaria y acordada con las tropas romanas —a quiénes no les importaba cuál fuera el Cristo, porque les daba igual apresar a todos— para que lo detuvieran sólo a él. Minutos antes de llegar al huerto, Judas debió improvisar el beso que señalaba a su maestro y que implícitamente salvaba de la detención a los discípulos restantes, sus hermanos. Como quien debe optar entre perder una mano o un pié, y ante lo inevitable, elige.
Ahora sí, antes de continuar el razonamiento, imaginemos por un instante el estado emocional de este hombre, el Iscariote, mientras camina rumbo a Gethsemaní a besar a su maestro.


La alternativa subyacente, es decir, la ausencia del beso, hubiera implicado la ausencia de Judas también... y la detención de los doce y de todos los seguidores que dormían esa noche en el huerto junto a ellos —tal vez unas veinte o treinta personas— y todos ellos hubieran corrido el mismo fin. Y ante esa alternativa, diría que ni siquiera era necesario que Judas los guiara; bastaba nada más con decirles adónde encontrarlos. Ahora sabemos que cualquiera de sus hermanos habría huido frente a la misma circunstancia. En cambio él eligió quedarse hasta el fin del camino.


El dogma cierra la tribulación, lo que revela un andamio exiguo y endeble frente a la realidad. La sola pregunta de si Judas cumplió los planes del Cielo o del Infierno desorienta al mejor católico sumiéndolo por primera vez en la reflexión del caso, porque sobreviene –subyacente– la conclusión de que el Diablo habría frustrado entonces los planes de Dios.


Y frente a la señal de la entrega, guardias y soldados se abalanzaron sobre Jesús, quien no ofreció resistencia alguna, porque sabía que sólo él debía ser detenido. Pero los discípulos despertaron y se vieron rodeados de armas y palos y antorchas. La situación estalló en caos. Coinciden las crónicas de los apóstoles en que Pedro

sacó un arma contra ellos e hirió a un secretario del sumo sacerdote. Tal vez esa noche no fue el único que los enfrentó. Y así, tanto la romana como la guardia, fueron contra todos por el mismo efecto que hoy vemos en la policía cuando pone orden en una tribuna de fútbol.


Recordemos que Marcos cuenta que apresaban a un muchachito quién improvisó una acción desesperada y escapó desnudo, dejando una sábana vacía en manos de los guardias. Por su parte, Juan cuenta en el capítulo 18: 8, que el mismo Jesús se impone sobre la violencia, diciendo: «Os he dicho que soy yo: pues si a mí me buscáis, dejad ir a estos». En efecto, estaban yendo contra todos, incluyendo, por supuesto, a los discípulos. Entonces ¿qué sentido tuvo el beso a Jesús si estaban apresando a todos?

Judas tenía un plan muy frágil resultado de negociaciones apresuradas. Pero los romanos y los guardias judíos llevaban otro plan en sus mentes. Y lo verificamos horas después en la madrugada trágica, cuando Pedro en tres circunstancias niega ser discípulo del Cristo, lo cual nos indica, por defecto, que aún flotaba en las autoridades la intensión inicial de apresarlos a todos esa misma noche. Pedro tuvo la oportunidad de negarlo porque Judas marcó para los romanos sólo a Jesús en el huerto.

En la alternativa, los apóstoles no hubieran existido porque al día siguiente las cruces sobre el Gólgota hubieran sido veinte o treinta, como era común contra cualquier grupo de rebeldes. Recordemos también que luego de la muerte de Jesús continúa la cacería de discípulos y seguidores a manos de mercenarios como Saulo de Tarso, Pablo, como refieren los Hechos bíblicos, crónica posterior a la crucifixión, lo que nos debe sugerir que desde esa noche la persecución fue contra todos.
En efecto, si los apóstoles narraron en los evangelios los momentos de la detención fue porque Judas entró con la turba esa noche a cerciorarse de lo pactado. Y porque Cristo intervino en el instante de mayor tensión. A fin de cuentas, ambos, Judas y Jesús, fueron quienes tuvieron la divina misión de salvar a sus hermanos.
Al día siguiente ambos estarían muertos.

Y cuando Benedicto XVI se refiere a Judas como «un ser inmundo», deberíamos recordarle que él es Papa gracias al beso de ese despreciable. Pero hay algo desolador en este paisaje final. Los dos murieron incomprendidos. Uno fue erigido al rango de dios, postergando el valor humano de su obra; el otro al de demonio en un beso nefasto mal interpretado por sus propios hermanos, además de padecer una muerte cuando menos dudosa. Por algo Cristo, antes de la entrega y abrumado por el futuro de Judas, tuvo palabras compasivas hacia él y no de condena.
Jesús de Nazareth fue detenido entre las nueve y las diez de la noche, y antes de veinticuatro horas estaría muerto. A diferencia del Bautista, observamos aquí la urgente necesidad de terminar el asunto limpio y rápido..."




Fragmento del ensayo La anomalía de Jerusalén
El Libro de las Almas, 2005 (sin editar)


Copyright®2010 por Carlos Rigel

21 de diciembre de 2010

Salidera violenta para Papá Noel


Víctima de la inseguridad, esta mañana fue asaltado en una tradicional "salidera" porteña que lo tuvo como protagonista de un forcejeo inusitado. La conmoción perturbó al barrio. Los malvivientes se dieron a la fuga con el preciado botín en medio de una intensa balacera con el grupo Corvus de la Policía Federal.

Free-Press-Amanece en Buenas Brisas. El sol, ausente hoy por hepatitis, decolora la ciudad unificándola en juego de grises neutros sin muaré. Una bandada de caranchos salvajes sobrevuela los edificios, quizás augurando la tragedia del día. Son las 9:30 de la mañana. Papá Noel concluye gestiones con distribuidores coreanos de Once. Desconoce los momentos de grave tensión que lo esperan en la calle. Retira unas muestras de robots chinos recién llegados de contrabando al país y tras los saludos cordiales –y una mínima mordida de unos pocos pesos–, sale rumbo a la conmoción que lo espera agazapada en la vereda.
Apenas traspone la vidriera, dos delincuentes encapuchados se abalanzan sobre él dando inicio a los forcejeos y a los insultos ante la resistencia de la víctima por la famosa bolsa navideña. Pronto termina en agresiones físicas y psicológicas. Finalmente logran su cometido y cuando están por darse a la fuga, desafiante hasta el final, Papá Noel los insulta desde el suelo en lo que podríamos llamar "injurias discriminatorias". Entonces se vuelven y lo enfrentan decididos a quitarle su legendario atuendo. El incidente deviene en una pelea callejera con insospechadas consecuencias que finaliza con el arribo de personal policial, los cuales abren fuego de inmediato contra los malechores (alrededor de 600 disparos de grueso calibre), quienes finalmente se dan a la fuga.
Desde estas columnas reiteramos nuestro reclamo de mayor seguridad en las calles. Papá Noel fue hospitalizado de inmediato y aunque se encuentra estable y fuera de peligro, amenaza con volver armado a sus conocidas visitas navideñas. "Me niego a hacer mis recorridas en un blindado –aseguró la estrella navideña–, si ya vimos lo que pasa. Pero ya verán esos negros hijos de puta".


15 de diciembre de 2010

Villa Soldati: ¿Bomba H o gas nervioso?


Versiones aún no confirmadas consignan que Villa Soldati, como Nagasaki e Hiroshima, se suma a las regiones del globo agredidas con armamento nuclear de exterminio masivo. La otra versión temeraria aventura el uso de gas nervioso y corrosivo de tejidos, lo que justificaría la desaparición abrumadora de cuerpos y restos humanos, pero aplicada al agua potable.
Lo cierto es que la devastación habla por sí misma cuando ya se especula acerca de fosas y faros láser de desintegración total de la materia al mejor estilo del Guasón en Ciudad Gótica.

Termina de amanecer en las orillas venenosas de Buenas Brisas. Un sol pálido ilumina el paisaje espectral de la desolación cuando en el cielo una bandada de murciélagos se abalanza sobre un gorrión tempranero. La mañana vaporosa no oculta la lucha pleistocena de picotazos, mordidas y ruidos desesperados que prolonga su descenso hasta el ras del suelo. Presa y depredadores sumergen sus destinos inciertos en caída a la maleza. No lejos de allí una bolsa plástica de logo francés sobrevuela el paisaje devastado como un ánima apocalíptica, sobreviviente y testigo mudo del holocausto. Restos agónicos humean donde hubo asados y choriseadas gratuitas hace apenas días.

No se trata de la llanura del Armagedon ni de los desiertos petrolíferos calcinados de Kuwuait. Es la poceada llanura de Villa Soldati. Se habla de las 4 o las 13 lucas –o prometidas o entregadas, reales o ficticias–, que el gobierno le concedió a los ocupas del predio. O quizá la amenaza de anular los beneficios de planes sociales actuales o futuros a los protagonistas del incidente y posterior desaparición. Éxodo o exterminio, el enorme baldío conserva en sus entrañas las pautas del misterio. Las sospechas estallan en el aire como petardos en celo.



Macri aseguró a los vecinos que, de haber usado ojivas de uranio o plutonio en el desalojo –lo que aún
no confirma–, no deben preocuparse ya que redundará en una mejor oferta por metro cuadrado del predio en caso de subasta pública.

Ya entreveo los mitos nacientes de aparecidos y fantasmas en la tierra devastada. Quedarán los espectros condenados y las ánimas esperpénticas para habitar el olvido de los vecinos con tormentos y terror. Quedarán las amenazas de violaciones a los soldateños, los enfrentamientos nocturnos. Quedarán voces remotas ondulando en el aire lamidas por los vientos alisos, declaraciones comprometidas y exigentes en micrófonos invisibles a cargo de espectros con gorrita para atormentar las pesadillas de los vecinos. Corridas y revueltas taparon en las pantallas ciudadanas, a fin de cuentas, el reclamo legítimo del pueblo Qom con una pungueada civil o consumada o presunta. En las pantallas prioriza Buenos Aires por sobre cualquier otro incidente en las provincias. Resulta más barato. Como si fuera poco hubo más muertos aquí que allá, entonces quedó sepultado lo legítimo de allá con lo ilegítimo de acá por un promedio estadístico en la tabla de posiciones de 4 a 1, como si fuera un partido dominguero. Aunque tal parece que la cuarta víctima se levantó de entre los muertos cuando se enteró de las 4 lucas en mano.

La bandada de murciélagos emerge del pastizal, todos ellos sospechosamente pesados en sus aleteos. Dos de los mismos chocan como helicopteros; desprolijos y aterrados caen al abismo aunque uno de los accidentados muy pronto recobra el vuelo y se da a la fuga, ajeno e inmune al destino del herido quien desde la espesura chilla y agoniza en soledad, herido de muerte y presa, ahora, de las ratas que ya cierran sus fauces inclementes en la carne aparagüada del batibicho. Muy pronto se decepcionarán de masticar cuero y hueso sin carne alguna para agregar otra víctima al desencanto de vivir peor que corriendo la coneja.

Flota en el aire la idea inquietante de la mano creativa del Guasón diseñando travesuras tétricas y preparando declaraciones con vistas a las presidenciales de 2011. A falta del Pingüino enfrenta nada menos que al enigmático señor Acertijo. Gatúbela también se candidatea este año. La oferta será amplia para el electorado. Ya tienen listas las urnas de recambio y los operativos interceptores de comicios diseñados con astucias y contrastucias incluidas en la evasión, hasta que al fin nadie sepa cuál es el verdadero resultado. Será un gran simulacro.

El sol finalmente revela los motivos internos de su palidez externa: tras algunos cabeceos vomita de asco en el horizonte. Luego sigue camino al zenit, levemente recobrado en su coloración ígnea. El escabio no es bueno con estas temperaturas. Ángeles y demonios caen a pique en la atmósfera metalífera. Y del murciélago despostado queda apenas un puñado de hilachas resecas, mojón y víctima muda del posible holocausto.

Otro día de misterio ha comenzado en el desierto ciudadano de Buenas Brisas, acaso la ciudad más importante de Calpurnia centro.



Copyright©2010 by Carlos Rigel

30 de noviembre de 2010

Inteligencia cósmica



Dijo: "Los extraterrestres vienen para estudiar mi cerebro".
Y lo aplastó un meteoro.


27 de noviembre de 2010

Choripán semántico


Novedades jugosas en la parrilla literaria.

Y a quienes piensan que el éxito cambia a los amigos y los aleja (casi siempre es así con quienes lo aparentan), les digo que Gustavo Nielsen –reciente ganador del Premio Clarín de novela 2010– no sólo me escribió un e-mail sino que llamó a casa para invitarme a morfar unos chori con ají putaparió. Calculo que habrá escabio del bueno (o será quizá un autógeno pingüino de tinto). Durante el almuerzo analizaremos temas del quehacer literario, editorial e incluso laboral. La ceremonia concluirá –si lo permite la agenda– con lanzamiento de granadas Buscapinas en Alfaguara, quema de diarios Clarín y un meo tradicional en la puerta de Editorial Planeta.


12 de noviembre de 2010

Tornillo de oro para Gustavo


Para quienes saben de mi participación en el concurso Clarín de novela, les debo aclarar que perder contra Nielsen no es ninguna deshonra.
Se trata de unos de los mejores autores de la generación del '90 junto a Juan Forn. Sin embargo, el mérito que le corresponde permite ver, además de la estatuilla en la fotografía, que el mismo grupo de editores y medios que lo ahuyentó, tras un juicio ganado y tapado vergonzosamente, debe ahora recibirlo de nuevo con honores. Ellos son los verdaderos perdedores.

"Al mundo le falta un tornillo" dice un tango popular, por eso don Quinquela Martín inauguró un premio ejemplar que reconocía la lucidez de quien lo recibía. Otorgaba un tornillo enorme a los galardonados. La metáfora es clara: Te recibiste de cuerdo en un mundo fallado y descompuesto. Los defectos son de fábrica, aquí tenés lo que te falta. Nielsen merece un tornillo quinquelado.

En Alfaguara, poco faltó para cortar a Gustavo de la nómina de autores tras el juicio menos famoso que le gana a la dupla impresentable Piglia-Editorial Planeta. En los fueros se probaron "negociaciones contractuales" en un concurso literario hoy desaparecido y vergonzoso. Nielsen decía la verdad, los grupos mentían. El mismo Clarín hizo poco o nada de ruido frente al escándalo cuando debió respaldarlo. No llenó páginas ni destinó cronistas al delito. Es que entre grupos de tramposos deben protegerse como parte de un pacto ciego. Planeta es uno de los clientes fuertes del Grupo Clarín y Gustavo era el enemigo, el agresor, el acusador. ¿Cómo se atreve a denunciar lo que todo el mundo sabe pero nadie se anima a decir? ¿Qué pruebas tiene?
La última vez que lo visité a Gustavo, su abogado tenía la orden de embargo lista para ejecutar contra Editorial Planeta. Y Alfaguara, que también tiene lo suyo ya que no es trigo limpio, en pleno uso de la implícita defensa corporativa –la que acuerdan por ejemplo los miembros de una banda delictiva frente a los fueros–, lo excluye de su nómina de autores. Nielsen, ahora, era un paria, un monstruo estepario.

Gustavo Nielsen termina de recibir el Premio Clarín de novela 2010 sin negociaciones contractuales pero, hay que aclararlo, no porque los directivos del certamen tengan la convicción de hacer las cosas rectas, sino por el efecto Planeta. A su vez, Planeta hace un sepulcral silencio frente al ganador, y Alfaguara, que ahora debe recibir de nuevo a quien expulsó concupiscente con el grupo, adquiere tachos de Buscapina ya que debe publicar al premiado como dicen las bases del concurso.
Gustavo ha ganado algo más que un premio literario y una estatuilla. Recibirlo con honores es poco. La verdad ha resultado más que confirmada. Pero estos grupos no corregirán los comportamientos delictivos, se abstendrán de cometer los mismos errores otra vez. El dinero en juego es mucho. El mercado quiere ruido y espacio, no la verdad ni el arte. Completan el círculo los autores que se prestan, sacrificando ética, al juego de las trampas y los éxitos sospechosos propuestos por los grupos de mercaderes en la evasión.
Ahora Guillermo Martínez tiene la palabra, los micrófonos son de él. No sabemos qué diablos dirá para justificar un crecimiento desmedido e injustificado de su carrera luego del 2003. Es bueno optar por el mea culpa, el declararse ventajero, errado y sucio. Gustavo no pertenece a esa lista. No importa cuanta fuerza hicieron, muchachos, no lograron embarrarlo. Es un ganador nato e intransigente. Y no hicieron falta negociaciones previas ni operativos de ocultamiento frente a la porquería descubierta, simplemente porque no hubo porquería, ganó por sí mismo.


11 de noviembre de 2010

Eterno despertar de un caminante con recuerdos



Hace pocos días, durante el programa de Emilio y 
María Victoria en FM universo, "Cultura desde el pie", 
el poeta paraguayo Elvio Romero fue recordado 
por José Enrique Paredero y por quienes lo honran.
He aquí un modesto homenaje a quien tuve el honor 
de conocer y de disfrutar su poesía.

"A la edad de 77 años ha fallecido en Buenos Aires el poeta paraguayo Elvio Romero, a quien tuve la oportunidad de ver algunas veces en casa de Gilberto Ramírez Santacruz. El Premio Cervantes de Literatura Augusto Roa Basto, solemne, a su muerte dijo: «Ha muerto el último gran poeta de nuestro país. La humanidad ha ganado su obra».
La última vez que compartimos unos momentos con Elvio Romero, fue la noche del 19 de abril de 2004, durante una pelea de box —según pude saber, Elvio era amante de las peleas de ring— en la que participaba Pablo R. Santacruz Acuña, hijo de mi amigo Gilberto, en la Federación de Box, en la calle Castro Barros de la ciudad de Buenos Aires.
Luego de su operación en la garganta, Elvio mantenía el cuello cubierto con un pañuelo de tono pálido amarillo-tierra con dibujitos negros, y sonreía a quienes lo saludábamos en la vereda, mientras esperábamos en la fila a que abrieran el ingreso a la Federación. Recuerdo haber mencionado este encuentro con Elvio pocos días después a otro paraguayo, el doctor en Letras L. Ferrer, de paso por Buenos Aires con motivo de la presentación de un libro de su autoría en la 30ª Feria el Libro. Esa noche compartimos unas diez peleas de cuatro rounds y el hijo de Gilberto ganó por puntos.

Elvio fallece el 19 de mayo, un mes exacto después de aquella noche de box. La tarde del día siguiente, es decir el 20 de mayo, sentado frente a la computadora en la oficina de mi amigo Gilberto, tuve la oportunidad de reexaminar y disfrutar algunos de sus poemas del ejemplar Los innombrables (1959-1973), reeditado en la edición monumental Antología poética (1947-1977) de la Editorial Losada, publicado en Buenos Aires (1981), en una tipografía chiquita, probable Caslon cuerpo 8.
No me fue dada la palabra poética ni la rima, por lo tanto sólo puedo dejar que el río siga con fuerza en busca del mar. Y para las nuevas generaciones posproceso, y para aquellos que compartieron la jornada del 20 de diciembre de 2001, cito textualmente una de sus piezas más brillantes: De caminante, poema en una bastardilla elegante y diminuta, versos con dos posibles lecturas, ambas comprometidas, y un leve sabor apostólico, pieza que merece estar en la biblioteca perpetua de la humanidad:

De caminante

Heme aquí, con los de mi camino:
El justo, el pobre, el perseguido
y el rebelde. De parte alguna vino
mi voz, sino de ellos. Fui con ellos
a elegir mi posada, el desprendido
corazón. El pan y el vino
que fueron ofrecidos. Los destellos
de su ser me encendieron, ahora nada
tengo más que de un mundo compartido,
el compartido amor y la mirada.
Se me fue dado este cantar por ellos.
Heme aquí, derramado en mi camino.

Elvio Romero

Ahora, el poeta duerme el sueño espectral de los hombres para despertar el Verbo una vez más en tierra de gigantes.
Junio de 2004"

dedicado a la Sra. Zulma Romero

8 de noviembre de 2010

Victor Orellana y Carlos Rigel en FM 94.7


En efecto, visitamos el programa de Emilio y María Victoria
"Cultura desde el pie" de FM Universo en la 94.7 Mhz.


Durante el programa debatimos acerca de la desaparición de España en el panorama cultural, recordamos a Borges, a Kafka, colateralmente también a Quiroga, y a Miguel Hernández de quién se cumplieron nada menos que cien años de acompañar a nuestra humanidad. Además, Victor recordó los motivos primigenios que lo llevaron a ocuparse y escribir el diario del barrio Manzanares. Lo demás, por suerte, es tan subjetivo que hasta resulta poético en sí mismo: apenas un pedacito de la Eternidad prometida.

19 de octubre de 2010

¡Show can go on!


La misma cultura enferma que
homenajea a John Lennon en New York
a 70 años de su nacimiento,
es la que le disparó.

Cuando asesinaron a Lennon privaban a una generación completa de un símbolo, una escarapela poética, una rima atónica que merecía cruzar a la siguiente generación. Enfermos como son, ni siquiera fueron capaces de parar la pelota y entregarse a la meditación de lo hecho, de lo vivido y sus consecuencias en el porvenir; el mea culpa que les corresponde como resumen de décadas destinadas a la muerte, a la tortura y a la soberbia institucional que los caracteriza. ¿Por qué mejor no intentó dispararle al presidente, o a Jim Morrison? Risas, lágrimas y cerveza, discursos, banderas e himnos son parte del show que a diario nos venden, y que ahora viene con la factura por la crisis económica que viven los EEUU y que terminaremos pagando los países del Tercer Mundo. "Te prestamos cien, nos devolvés mil".
John Lennon hoy es asesinado de nuevo en Irak, en Afganistán, en Guantánamo. Es el Coliseo de New York. Transmite en vivo CNN en español para el resto de hispanilandia. El paquete viene entero, sin desagregados y hay que aceptarlo así como viene. Quizá pronto salga a la venta el cidí con los disparos de Chapman y los últimos suspiros de agonía de John con el bonus de los lentes cuando se quiebran y saltan en pedazos por el aire para finalizar una obra maestra completa más del terror; tal vez de regalo le agreguen una réplica en miniatura de los lentes tan astillados y muertos como el ex Beatle. Chapman también es un emblema, un arquetipo perfectamente estadounidense. No estamos hablando de un Frankenstein o de un Drácula o un Capitán América, no, ya que son menos una fantasía poética que un esperpento humano, sino de un fenotipo perteneciente al mismo catálogo de fenómenos que George Bush o Charles Manson o David Koresh. Ninguno de ellos emprende una revolución en sí misma, sino un espectáculo estupefacto. Un asesinato por ejemplo, o destacado e histórico o numeroso y mediático. "Porque te amo (o te odio), te disparo; porque me sos indiferente (o porque quiero tu libertad), te disparo. Siempre te disparo." La felicidad es un revolver ardiente, escribía el mismo Lennon en una de sus canciones últimas y famosas, recibida como una licencia para su matador.
Somos espectadores de entrada con abono al show de crimen y pasión que ellos ponen en escena. El acto debe continuar; aún cuando trate de una pandemia apocalíptica, debe seguir. Sólo hay que comprarles el cidí.