30 de octubre de 2014

El programa espacial argentino



















Combustible, telecomunicaciones, cohetería,
el programa espacial argentino no es nuevo ni comenzó
en la época K, considerando siempre que nuestro país 
goza de prestigio internacional en áreas de balística, 
misilística y de cohetería en dos etapas con combustible 
sólido desde la década del '60.
Tampoco es nueva la capacidad tecnológica en 
desarrollo de comunicaciones y ensayos espaciales de 
nuestros científicos y técnicos revelados durante la guerra. 
Veamos algo del historial.

Con los mismos pasos urgentes que ha dado la astronáutica durante el siglo XX, también han debido desarrollarse los complementos de las telecomunicaciones y el desarrollo de combustibles menos peligrosos que el hidrógeno líquido que perdura hasta nuestros días. Recordemos vagamente que un punto clave de la investigación apenas iniciada la carrera espacial en los '60 fue por el descubrimiento del combustible sólido empleado casi desde el comienzo por la ex URSS (quienes se llevaron algunos de los mejores científicos alemanes post-guerra), mucho menos peligroso que el combustible líquido que utilizan los cohetes del programa espacial de la NASA de EEUU y cuyos fracasos son ya históricamente famosos.

No es el caso argentino, ya que no tenemos astronautas propios sentados sobre miles de toneladas de combustible al borde de la ignición durante ningún lanzamiento, pero no sólo se trata de la relación eficaz combustible-kilo puesto en órbita, sino de la capacidad científica y tecnológica de resolver los desafíos.

Cabe destacar que las FFAA de EEUU aportaban en los '60, la época furor de la carrera espacial, al financiamiento de las investigaciones de nuestros científicos que sí conocían y aplicaban el combustible sólido en etapas cortas de cohetería para el lanzamiento de satélites meteorológicos. Claro que resultaba más barato financiar investigaciones en Argentina que enfrentar costos mucho más altos en los EEUU por los mismos resultados. De allí la suma de experiencia balística, armamentista y de autonomía que volvió altamente peligroso el proyecto Condor II inciado en la gestión Alfonsín y desmantelado y entregado a EEUU durante la gestión Menem. Los planos, por suerte, jamás aparecieron en la Casa Blanca en la época Clinton.

Durante el período breve en que trabajé como técnico bajo bandera para CITEFA de las FFAA en los '80, pude ver los antecedentes de un progreso metódico y experimentado de larga data, al menos, en lo que a cohetería en dos etapas se refiere, como también en desarrollo balístico, como por ejemplo, el MATH (Misil Anti-Tanque Hiloguiado), departamento en el que colaboré. Y cuando digo que "pude ver" me refiero a que caminaba a diario por los pasillos de cada nave del establecimiento donde estaban expuestos los cohetes sin fuselaje y de mecanismos internos expuestos, junto al historial de cada prueba espacial exitosa documentada. Eso dice que nuestro país para esos momentos contaba desde hacía décadas con instrucción eficaz en técnicas balísticas y aereoespaciales. 

Se pìensa que hoy que el lanzamiento reciente del satálite ARSAT-1 al espacio comenzó en 2006 cuando el ex presidente Néstor Kirchner lanzó el Programa Espacial Argentino. Sin embargo, los datos demuestran lo contrario. Como programa espacial no es nuevo y en homenaje a nuestros científicos es mejor citar algunos de los aciertos que cuentan en el haber nacional en materia aereoespacial.

La Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE), entidad reconocida no gubernamental sin fines de lucro, tiene un compilado completo en su sitio web. En la sección “Satélites argentinos puestos en órbita” figura el listado de los enviados al espacio tanto por entes gubernamentales como por organismos privados, y aclara: “Si bien el año 1990 es considerado el punto de partida en el que la Argentina logra un lugar en el espacio, el interés de nuestro país por las actividades espaciales data desde mucho antes". 

A continuación, el listado de los satélites argentinos puestos en órbita antes que el ARSAT-1, pero con menos propaganda política.

LUSAT-1
En enero de 1990 entró en órbita mediante un cohete Ariane; fue desarrollado por un grupo de radioficionados argentinos, mediante AMSAT Argentina, y construido parte en Argentina y el resto en Boulder, Colorado. Es el primer objeto argentino puesto en órbita. Su misión es la de proveer comunicaciones en packet a los radioaficionados del país y del mundo. Aún en función.

MU-SAT
El 29 de agosto de 1996 entró en órbita mediante el cohete de origen ruso Molniya; desarrollado por la Asociación de Investigaciones Tecnológicas de Córdoba AIT y el Instituto Universitario Aeronáutico, con científicos que trabajaron en el Condor II. Sus objetivos fueron los de fotografiar al país con imágenes de baja resolución, para seguimientos meteorológicos y de masas hídricas. Aún continúa en órbita.

SAC-B
El 4 de noviembre de 1996 partió desde el fuselaje de un avión L-1011 en vuelo y entró en órbita a través del cohete Pegasus XL. Desarrollado por la CONAE y construido por la empresa INVAP, sus objetivos principales: mediciones de la radiación X en el espacio y fenómenos de aceleraciones de partículas de alta energía. Lamentablemente la tercera etapa del cohete quedó anclada al satélite lo que hizo fracasar la misión. Finalmente cayó a tierra en 2002 sin entrar en operaciones.

NAHUEL 1-A
Fue puesto en órbita en enero de 1997, por medio del cohete Ariane IV; desarrollado por las empresas Daimler-Benz Aeroespace, Aeroespatiale y Alenia Spazio, construido íntegramente en el exterior. Su objetivo principal: las telecomunicaciones. Actualmente en operaciones.

SAC-A
El 14 de diciembre de 1998, desde el Space Shuttle Endeavour. Desarrollado por la CONAE y construido por la empresa INVAP. Es un satélite tecnológico. Sus objetivos: seguimiento de la comunidad de ballenas Franca Austral y de tomar fotografías del país para interpretar los ciclos de inundaciones y sequías. Después de unos meses en el espacio su órbita decayó y se quemó en las capas superiores de la atmósfera.

SAC-CEl
21 de noviembre de 2000 fue puesto en órbita el SAC-C (satélite argentino de teleobservación). El lanzamiento se efectuó desde la Base Aérea de Vandenberg, California, EEUU, por un cohete Delta 2-7320 provisto por la NASA. Cuenta con tres cámaras, la MMRS, HRTC y HSTC. Actualmente se encuentra en operación.

PADE
El 6 de diciembre del año 2001 entró en órbita terrestre como parte de la misión STS-108 de la NASA en el transbordador Endeavour. Es el primer satélite Latinoamericano en volar en el Space Shuttle. Construido por la Asociación Argentina de Tecnología Espacial, regresó a Tierra 15 días más tarde y cumplió su misión perfectamente.

En conclusión, el programa espacial argentino no es ni nuevo ni un mérito de la era K, sólo que no tuvieron tanta propaganda gubernamental.


CR

28 de octubre de 2014

Carta encontrada en la puerta de una casa en San Justo

La siguiente carta fue dejada en mi puerta (y no es broma) entre las 21 y las 22 hs. de hoy, lunes 27 de Octubre. Sin embargo, tras el acto terrorista de inaudito amedrentamiento, los malhechores se dieron a la fuga sin dejar rastro excepto en lo expuesto:





Las versiones de los vecinos próximos a la vivienda se contradicen ya que unos manifiestan que se trató de una camioneta blanca con inscripciones burdas alusivas al terrorismo cívico, otros que fueron dos malvivientes encapuchados y de camperas negras en una moto provistos de armas largas, y hasta una pareja de novios que simuló besarse a pasos de la entrada a mi casa. Hasta el momento, ni el grupo islámico ISIS, el IRA, o Brigadas Rojas se atribuyen la paternidad del crimen. El Mossad y el Hezbollah niegan tener conocimiento y se culpan entre sí.

En cuanto al análisis del contenido del escrito facineroso, "La pasión de Judas", se refiere a la novela concluida en 2003, y las otras dos, imagino que una de ellas es "Diario del Fin" terminada en 2010 y concursada en el Premio Clarín de novela, y la última de ellas, se me ocurre que trata de los dos tomos de "Las aventuras Quijote en las Indias". Se desprende que la misiva incluye implícita la sentencia: "Publicalas o te hacemos pelota".

CR



24 de octubre de 2014

¡Corrida de toros!



Dice el post del Face del 24 de Octubre del muro de Leopoldo Brizuela: "Debido a los últimos cambios editoriales, han llegado a mesa de saldos libros de la antigua Alfaguara, que hasta hasta último momento tuvo la política de no saldar. No sé que les pasará a otros escritores. Pero para mí al menos, es una alegría ver una novela como Inglaterra a sólo 30 pesos, y junto a libros de dos autores tan apreciados y queridos como Luis Mey y Gustavo Nielsen. En Librería "Lucas", de Corrientes 1247, entre Libertad y Talcahuano". 

Lo cierto es que Gustavo Nielsen no renovó el contrato por la re-edición de La otra playa (Alfaguara, 2010), aunque eso no aclara qué pasó con los dos autores que lo acompañan en la foto, es decir, la obra de Mey y de Brizuela, y de las alternativas que se barajaron con la novela premiada en 2010 con el Clarín de novela, se llegó a la decisión melancólica con el saldo editorial que de exponerla en librerías de oferta, propuesta promovida por el propio Gustavo. 

A la pregunta de qué pasó con la editorial, me respondió: "Nada malo, Carlos Rigel: en Santillana me dieron a elegir ampliar el contrato de Clarín sin volverme a pagar, y lo rechacé". Y agregó: "Pedí que cambiaran ciertas partes del contrato y tampoco quisieron. Se trataba de repetir una parte de la experiencia para poder seguir (...) Ahora cuando Fernando Díaz haga la peli, no le va a tener que pagar derechos al intermediario, solamente tendrá que arreglar conmigo. Mucho más sano y justo".

Nada que reprochar cuando algunos como yo visitamos las librerías comenzando por ahí, los mostradores de las ofertas, y dificilmente pasamos a las estanterías de novedades, pero me alegra saber que cambió el directorio del grupo Santillana –Alfaguara es uno de sus miembros–, corrigiendo viejos vicios. Espero que haya quedado en la historia aquella feísima experiencia de quemar libros de autores rebeldes.

Pero la otra novedad que dejó entrever es que la novela de su autoría será próximamente filmada.

CR

Pasquines ilustrados


Los acontecimientos han estallado en los parajes de 
La Matanza. Miles de millones de almas se encuentran 
ofuscadas y expectantes. Mientras tanto, ángeles 
y demonios menores estallan como petardos navideños
en el aire venenoso. Las tribunas literarias
de los Autores de La Masacre desbordan. Multitudes,
como de 80 personas, esperan el desenlace.


Qué compungido estoy: Una comunidad sobresaliente de escritores afamados y prestigiosos, locutores radiales entendidos y eruditos, pero también talabarteros, chanchistas, cuernistas, profesores y peones de studs, finalmente me han bajado el pulgar. 

No me cabe más que el autoexilio, paria infiel de una hermandad semántica, eso y quemar mis libros en una pira autógena y radioactiva, Gehenna de la depuración literaria, renovación kármica y dármica de mi alma. Ta vez probar en otra vida mejor suerte. La impugnación irreparable cruza los océanos geográficos de la tinta, millones de habitantes esperan tras la galaxia de San Justo y alrededores: Autores que han agotado ediciones de, quizá, 50 a 60 ejemplares, animadores de programas mundialmente afamados y escuchados por una audiencia de quizá 200, canillitas miembros de la fundación Novel repartidores de pasquines y payasos de fiestas infantiles, ahora me son indiferentes. El éxito está allanado. No hay más que hacer sino escapar, huir, ocultarme. 

Como un paciente terminal debo iniciar el tránsito al Calvario del silencio, sumido en meditaciones ácidas y profundas. Ellos, los escritores y poetas, me niegan. No sé qué diablos puedo hacer, no pertenezco al reino de las bibliotecas ni al marquesado de los escritos. Mi nombre será borrado tanto del cielo como de la tierra y la historia. 

Estoy acorralado. Mi pluma no tiene ya sentido, perdí la brújula, me quedé sin temas, sin recursos y, lo que es peor, sin estilo. He perdido el Cervantes y con él, la oportunidad de trascender, de cruzar los límites de la muerte e ingresar en la Eternidad. Así, además, no agotaré jamás las ediciones de mis títulos. Todo se me ha sido negado: los micrófonos, los pupitres para el firmado de ejemplares, las aguas de la palabra. ¡Señores, mi nombre está en los medios universales asociado a la infamia, oh! ¡Miles de millones de seres gatillando su repulsión en mis sienes, oh! ¡Mis escritos mancillados por lar hordas justicieras de quizá 30 personas, oh!... ¡Como si fuera yo un Frankenstein de la escritura, no, no, no!... Dios, ¿por qué tal infortunio? Juguete tétrico del destino, no sé qué haré a partir de hoy, ¿acaso someterme dócil a mis verdugos y ejecutores de la crítica erudita, buscando así promover la piedad? ¿Serán de tal nobleza que con sus plumas tan aclamadas, firmarán mi perdón? ¿o acaso repetirán mi nombre infame y canalla por siempre para mi eterna condena?

Pero, quizá, de exponerme ante el juzgado de notables públicos y populares e implorar piedad, le necesaria clemencia, la compasión de los sobresalientes, pueda yo ser perdonado en mis vilezas y fechorías, y así, mi abyecta alma concluirá penando en castigo, como una especie de vagabundo bajo los puentes civiles, como perro callejero, un mendigo en las orillas del reino multicolor de la poesía que me ha sido negada. Y la ruindad de mis escritos innombrables, y que yo mismo he de quemar en reparo y abdicación total junto con mi renuncia galiléica a continuar el acto infame de pensar ¡puaj!, y de creer, ¡puaj! y de escribir ¡puaj, nunca más!, encontrarán así el descanso eterno del Infierno ¡comiendo yogurt descremado para siempre!, ¡milanesas de soja hasta reventar de asco! ¡Nunca seré listado como escritor en la tierra culturosa que me vio nacer! ¡Jamás seré invitado a programas de radio! ¡Nunca seré consultado! ¡Mi títulos serán quemados en público, expiación necesaria para que las letras locales se recuperen del atropello criminal por mis infamias injustificadas! ¡No habrá canillita de libros que me recuerde, no, no, no! ¡A mi tampoco me gusta leer a Rigel... monstruo! 

Los salmones jamas probados, las espinas para mondarme los dientes, los chicles pegados bajo el pupitre, las sardinas enlatadas como cadáveres planos junto a la cebolla picada fina y el salero que espera el momento cruel, el pan con aceite de oliva y los ají putaparió, la copa de malbec sudando de terror, todo, todo. Y nada.... Nada. Apenas escapar y escabullirme entre los matorrales ciudadanos, ocultar mi leprosa deformidad cerebral porque en un paraje famoso de este mundo, un autor finalmente ha sido reprimido en sus perniciosas maldades. Los sobresalientes aclamados por las multitudes ardientes de seguidores ilustrados, tanto como sus ídolos letrados sentados en los sillones de los fueros magnos, están en paz. De aquí al Nobel para todos ellos hay sólo un paso.

CR

18 de octubre de 2014

Origen y sucesión

Lo que está tomando estado público de 
mi enfrentamiento con un comité de orangutanes 
coordinador de una comunidad de autores locales
en la que todavía tengo amigos y que por suerte 
se abstienen de tomar partido. Algunos de ellos, incluso, 
se han retirado silenciosamente, tomando distancia,
otros con disgusto, dando un portazo, dejando 
aislados al fin a los artífices de las calumnias.


Voy a recordar cómo fue la sucesión de hechos que desata este chusmerío de "yo dije, yo hice" y valoraciones posteriores de idas y vueltas con una organización difusa y nominativa, Autores de La Matanza, comunidad formada de hecho por la integración de autores de poesías y narraciones, a la cual serví en la promoción de la libre expresión literaria, y con la cual hoy estoy enfrentado pero no con todos ellos, porque tengo presente que no todos participan de la campaña de desprestigio de mis libros, actividad digna de simios, como me refiero a ellos, porque ¿qué problema podría tener con la honradez de Ricardo Montarte, qué con otros autores como el admirado Roberto Cisterna, que en cada edición de la Feria cruzan los pasillos para dispensarme un saludo honesto y cordial? Y no miento, no necesito mentir ni ocultar ni deformar la verdad para ajustarla a mis motivos, agregando algo que no haya visto o que no se me haya compartido como testigo fiel desde las redes.

Durante el encuentro de autores durante la Feria del Libro de 2012, disponiendo del micrófono, se me impidió en dos oportunidades concluir un reclamo de mejor apertura de los grupos representativos dedicados a la escritura, ya que estaba observando la discriminación de autores de ciudades cercanas a participar del stand de la Feria, gente amiga que participaba del café literario Rincón de Letras. Tal cual lo manifesté en ese preciso momento al simio de Víctor Orellana, se había equivocado. Aún hoy expreso lo mismo. Nada costaba incluir en el mostrador como "autor invitado" los libros de poetas o narradores allegados al grupo o incluso desconocidos, aunque fueran de otras ciudades, como CABA y otros distritos. Y lo mismo sostengo ahora, ya que he sido recibido en el partido de la costa y otras latitudes, y nunca fui discriminado por ser de La Matanza, cuando es frecuente con los habitantes del municipio

Ese reclamo fue acallado, impidiéndome terminar en las dos oportunidades que intenté cerrar el concepto ante el público. Participaron del acontecimiento digno del Proceso, como una y otra vez lo he escrito, el burlón de Christian Leonardo Malattia, animador de chistes, y con sus burlas y risas, la escribidora de poemas, doña Margarita Salas. Más tarde llega el simio retardado de Víctor a sumarse de puro comedido, ya que la mente no le da para más que eso. Debo aclarar que por esta acción jamás se me pidió disculpas, sino que fue confirmada a través de nuevas burlas y nunca negada por ninguno de los partícipes, ni siquiera considerada. 

Desde entonces, cíclicamente he recordado este hecho, ya que no tengo por qué ocultarlo, así como ellos hasta nuestros días lo dan por natural, adecuado para una organización literaria y hasta necesario para la salud de las letras locales. Por eso, ahora, todo lo dicho, justificado y explicado, me sigue sonando a burla contra mi persona y mis libros, más proclive de mi parte a una trompada reparadora contra hijos de puta que a la explicación pacificadora. Soy barón con B larga y con V corta, y si no me burlé y los insulté en sus caras cuando los crucé, hasta hoy, fue para no concitar el asombro de mis lectores, allegados y público con bochornos.

El punto culminante de esta campaña contra un autor independiente y sus propias menciones, recordando el episodio de 2012, culmina cuando publican en las redes sociales las tapas de mis libros completando una campaña clara de difamación contra una obra literaria registrada en la C.A.L. y que consta con los depósitos legales que marca la ley de protección de los derechos de propiedad intelectual, hecho que ha convocado libremente a la solidaridad en esas mismas redes sociales de nuestro novelista premiado, Gustavo Nielsen, ya que él también recibió el desprecio de su obra, como ya conté oportúnamente, cuando le queman dos ediciones de sus libros por el sello Alfaguara, como castigo por un juicio ganado a otro sello editor, uno que prefiero olvidar; por eso su solidaridad con mi causa y que yo agradezco.

Esto es tan cobarde como insultar a mi hijo con fotos en las redes públicas y luego dirigirse a mi con respeto y corrección, con la galantería que dispensa la distancia y el saberse correctos y gente de bien: no hay que creerles, es una prolongación de la burla, del acto jocoso de continuar burlándose, cuando hasta hace días me tenían de frente a diario y evitaban mirarme; o murmuraban cuando pasaba por allí para salir a fumar fuera de la carpa. Por eso digo que son cobardes. Mi sola presencia los hace cerrar las ventanas y continuar pero bajito.

Cagones como son, es lo que pueden hacer: murmurar bajito como putas de conventillo para luego comportarse de lejos como héroes refinados. No lo son, son orangutanes. Y si ahora digo que son afeminados reprimidos y simios, es porque se enorgullecen de serlo, lo confirman cada día. Esas burlas continúan, y cuando mencionan sus buenos deseos con mis libros, mis ventas y mi obra, es otra burla porque esas mismas cubiertas eran mostradas en los muros sociales hasta hace días como parte de la difamación y nadie advirtió que hacerlo era un delito civil con el auspicio de una Secretaría comunal. Por la mediación de un allegado es que no tomé el asunto por el camino legal, como era mi intención. Nunca hubo ni reparación ni disculpa, por eso agrego que, además de simios y putas, son mentirosos, como todo hipócrita: intentan dar una imagen social que no condice con sus actos y una osadía que, en verdad, no tienen en persona. 

Entonces, lo afirmo, son censuradores, represores, cagones, afeminados reprimidos, orangutanes y, como tal, burlones. El acto más bajo, el más cobarde, es difamar la obra de un autor cuando no se atreven a hacerlo con el propio autor en la cara, cuando ellos se tienen por autores y escritores, comité de coordinadores pertenecientes a una organización que, en apariencia, dice promover la escritura. Las cortesías se las meten en el culo, valen tanto como sus escritos, revelaron lo que son: aprendices de persona. Digo, entonces, con absoluta claridad: Grupete de simios, váyanse a la puta que los parió. 

Así es el mundo visto desde La Matanza, un acto de censura público se encubre con burlas cínicas y nuevas campañas que desde hoy merecen algo más que mi repudio. Son simios y como tal serán tratados. Ustedes no se disculparon y yo no tengo nada que meditar acerca de mis observaciones. Y les podré confirmar estas, mis expresiones, cuando, a partir de hoy, se brinde la oportunidad de tenernos frente a frente. Para aclaraciones posteriores, lugar, fecha y hora.

CR


Respuesta de la doctora Liudmila Calderín

Cómo es esto, me tenían al lado y pasaban lisos, 
tipo "no te vi", y ahora estallan en las redes como 
valientes ofuscados. Tal como dije, son afeminados 
reprimidos. Y así escriben.
Responde la Dra. Liudmila Calderín desde Brasil.



"He tenido la oportunidad de leer algún que otro libro del señor Barón Carlos Rigel, y consideró que se salen de la cursilería barata a la que muchos están acostumbrados, haciéndonos pensar y reflexionar. Siendo una latina como soy (y que conste, ni soy Argentina, ni vivo en Argentina) he podido y doy gracias, el haber accedido a la literatura del señor Barón, más leyendo su blog personal, encontré una critica, bastante..... inútil, de un señor llamado Christian Leonardo Malattia, al cual, jamas he oído mencionar, quizás señor, sea usted muy afamado en su ciudad, mas disculpe mi ignorancia y desconocimiento de su presencia en este mundo, pues realmente no se de ningún escrito suyo. Si en algo estoy desacuerdo con el señor Christian es que existe diversidad de criterios y eso, por supuesto, es respetado, pero también pienso que cada cual tiene el derecho de eliminar de sus contactos a quien le plazca, sea por la causa que sea, no siendo esto motivo de censura, y siempre y cuando esa diversidad no raye en lo pueril, absurdo, ridículo, mediocre y envidioso. Doy mis felicitaciones al señor Rigel por su literatura innovadora y creadora, quizás no entendible por muchos que se consideran eruditos, y a usted señor... (dios, olvide su nombre)... si, claro, Christian, disculpe nuevamente mi ignorancia, creo debe preocuparse un poco mas por su crecimiento intelectual, literario y humano y deje al resto con sus glorias. No conozco a autores de La Matanza, aunque ya su nombre se me esta haciendo familiar de tanto verlo en facebook. Ha sido todo un honor coincidir con un autor o no?, de La Matanza (aunque repito mis disculpas por mi desconocimiento de su arte). Quizás algún día señor Malatti (es más italianizado) sorprenda a la humanidad literaria con un Cervantes y entonces veremos quién es el censurado y quién el censurador. Un placer haber visto su rostro y por favor, cuando redacte, percatese de que a una personalidad como usted, no le falten letras en lo que escriba."



De la doctora Liudmila Calderín, desde Brasil.


Arruga 5 años después

















Nota extraída de Perfil.com, la cronología de un caso
 revelado sin detalles y aún irresuelto en su totalidad.
Tiene un defecto tan evidente del cronista en 
uno de sus párrafos, que ni merece aclaración, 
pero harta que ante la falta de justicia inauguremos 
otro lugar de la llamada "memoria". El mensaje no 
podría ser menos feliz para una sociedad conformista: 
"No hay fallo ni acusados, pero no lo olvidaremos".

"El 31 de enero de 2009 a la noche, Luciano Nahuel Arruga salió de su casa en el Barrio 12 de Octubre, en el partido bonaerense de Lomas del Mirador con tan sólo $1,50 para ir a un cyber cercano. El adolescente de 16 años nunca regresó. 

Pasaron cinco años y ocho meses hasta que se encontró el cuerpo del joven, enterrado en el cementerio de la Chacarita como N.N. Según documentos oficiales, murió en la madrugada del 1 de febrero, en un accidente de tránsito.

Durante todos estos años, la familia de Arruga acudió a todos los canales formales para descubrir qué fue lo que ocurrió con el adolescente, seguros de que habría sido víctima de la violencia institucional por parte de policías de la Bonaerense. 

Los antecedentes. El 22 de septiembre de 2008, según relató el mismo Luciano a sus familiares poco tiempo después, agentes de la Bonaerense le habían ofrecido ser "pibe chorro" en zonas liberadas de La Matanza.

Sin embargo, ante reiteradas negativas del joven, fue detenido en el destacamento de la calle Indart, donde funcionaba una comisaría que no estaba habilitada para recluir detenidos. Estuvo nueve horas demorado en una cocina, según contó. Su hermana, Vanesa Orieta, lo había escuchado gritar cuando fue a buscarlo.

La noche de su desaparición, dos testigos aseguraron ver que un chico de campera blanca era golpeado y metido a la fuerza en un vehículo policial del destacamento. Allí, otro testigo lo vio golpeado y ensangrentado. Diversos peritajes certificaron que Arruga había estado en la comisaría 8ª de Lomas de Mirador y en uno de los patrulleros, que esa noche no había cumplido con su recorrido programado y según el registro electrónico de su desplazamiento circuló por descampados. 

Al año de la desaparición del joven, el destacamento fue cerrado y, dos años mas tarde, se convirtió en el Espacio para la memoria social y cultural Luciano Arruga.

La causa. La investigación empezó mal: la denuncia recayó en la fiscal Nº7 de La Matanza, Roxana Castelli, quien le otorgó la investigación a la misma Policía. Castelli fue acusada de entorpecer la pesquisa durante 35 días. La fiscal fue recusada y reemplazada Cecilia Cejas.

En manos de Cejas, un rastrillaje con perros halló pruebas de que Luciano había estado en un auto abandonado en el patio trasero del destacamento y en un patrullero. A eso se le sumó la prueba de que dos móviles policiales del destacamento, que debían patrullar por separado, aquella madrugada estuvieron detenidos en el Monte Dorrego, un predio municipal arbolado donde otro peritaje indicó que allí había estado el joven. Esa prueba, que se sumó en abril de 2009, aún es la más fuerte de la causa. 

Por otro lado, los testimonios de dos testigos que reconocieron a Luciano como un adolescente detenido y torturado en la comisaría 8ª aquella madrugada, no fueron confiables para la fiscal.

En julio de 2009, se determinó que los libros de detenidos que llevaba la dependencia estaban adulterados. Había nombres tachados y borrados de la noche de la desaparición de Luciano y otras anteriores. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad provincial no sancionó a ningún policía.

Los familiares solicitaron en febrero de 2010 que el caso fuera investigado como “desaparición forzada”. Un mes después, Cejas le solicitó al titular del juzgado de Garantías 5, Gustavo Banco, que revise si la causa no debería pasar al fuero federal pero el juez consideró que no había prueba suficiente, mantuvo la carátula de averiguación de paradero y se declaró incompetente. 

Emblema. El caso ha sido presentado en Argentina como un ejemplo emblemático de desaparición forzada durante democracia por organizaciones de DerechosHumanos y el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que en su informe del 2010 exige "concluir una investigación exhaustiva e imparcial" e incluirlo en "conformidad con la Convención sobre los Derechos de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas".

Recién en agosto de 2012, el gobernador Daniel Scioli recibió a la familia, acompañada por la APDH La Matanza y la Comisión Provincial por la Memoria. Prometió donar el Destacamento a familiares y amigos para que levanten un centro cultural y un sitio de memoria, condenar públicamente la desaparición de Luciano y exonerar a los ocho policías del destacamento de Lomas del Mirador sospechados de su tortura y secuestro. Cumplió parcialmente, mucho tiempo después. 

En enero de 2013, a pocos días de cumplirse el cuarto aniversario, Blanco declinó su competencia y la causa pasó al fuero Federal, donde la recibe el juez federal de Morón Juan Pablo Salas. La causa finalmente se recaratuló de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada”. 

Involucrados. Un mes más tarde, ocho policías de la Bonaerense fueron apartados y pasados a disponibilidad preventivamente de sus cargos por el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal: el subteniente Oscar Fecter (Lomas de Zamora), los subcomisario Néstor Díaz (Esteban Echeverría) y Ariel Herrera (Morón), el subteniente Daniel Vázquez (Lomas de Zamora) y los oficiales Martín Monte (Pompeya) y Damián Sotelo, José Márquez y Hernán Zeliz (Morón). El fiscal Carlos Stornelli, los había pasado en abril de 2010 –cuando era ministro de Seguridad de la provincia– pero en julio de ese año los reincorporó en otras jurisdicciones. 

En octubre de 2013 se demostró que la fiscal Cejas había intervenido el teléfono fijo, y los celulares de Vanesa Orieta, Mónica Alegre y sus abuelos, sospechando que sabían dónde estaba. “Los intervino desde que tomó la causa y durante un año y medio. Ahí cerró el círculo de impunidad: entendimos por qué no está Luciano”, denuncia el abogado querellante. 

Este año, en abril, los familiares de Arruga presentaron un recurso de hábeas corpus que la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar en julio.

Hace dos días, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires aumentó a un millón de pesos la recompensa para quienes aporten información fehaciente que contribuyera a dar con el paradero o esclarecer la desaparición de Luciano por nuevos datos. Hoy, su cuerpo fue encontrado como NN en el cementerio de la Chacarita."


Quedan 100 preguntas abiertas: por qué un cadáver NN llega al cementerio de La Chacarita, habiendo tantos cementerios en la provincia, quién le dio acceso allí, cómo supieron dónde buscar. Es evidente que alguien sabe el camino desde el lugar del asesinato hasta el cementerio, o quizá fue cambiado su lugar de entierro durante la investigación, pero ¿por qué no quemarlo? A pesar de la recompensa, el resultado dice que si aprietan un poco más, yo creo que la versión completa, desde 2009 a la fecha, será pública. Pero ante el avance de la causa, debemos recordar que no se trata de "no olvidar", sino de castigar, reparar y corregir.



15 de octubre de 2014

Otro descargo oportuno



Pasada la tormenta que titulé "el culebrón de Autores" 
con difamación de mi obra por las redes sociales y cerrada ya 
la VII edición de la Feria Municipal del Libro, ahora doy 
mis conclusiones sobre el grupete de cabecillas y 
sus actividades recientes.


Cuando los simios degradantes de los "Coordinadores" de Autores de La Matanza, los censores, represores y difamadores profesionales Víctor y Christian, y otros colaboradores del "elenco estable", emprendían el último golpe cobarde contra mis títulos, listando las tapas de mis libros en una campaña abierta y también privada, ambas, que pretendía sugestivamente localizarlos y anularlos frente autores diversos y vecinos de la ciudad con motivo no sólo de mi desprestigio sino con el de mi obra, y previo al comienzo de la Feria del Libro, revelaban así vivir ajenos a la literatura, a la honradez, a la ética y a las reglas básicas del comercio y la difusión de obras. Probaron finalmente lo que estaba en duda.



Cobardes y chusma como son, gozan de la anuencia de un par de improvisados y de los amateurs identificados con la escritura, autores allegados honradamente con esa movida más nominativa que cultural. También tienen gente "todoterreno" entre sus filas, ellos se ocupan del acoso, la burla y la amenaza de quienes no se allegan a los cabecillas: a quien protesta lo bloquean y luego lo acosan, lo difaman. No reconocerlos como astros del firmamento literario local tiene ese precio, son militares con galones pero sin estrellas ni medallas. Así es, pocos saben que, además de represores inválidos, sectarios y fuera del tiempo, también emprenden amenazas ocultas, de lo que hay ya escritores y artistas testigos con evidencias en su poder. 



"Autores de La Matanza" hoy es un mal nombre que descansa en pibes que apenas serían cadetes en cualquier organización menor o de reserva para pintar paredes. A eso se debe que escritores (no dije autores, dije escritores) de prestigio local no se hayan presentado en sus stands de la Feria del Libro. Como célula nominativa es de ellos, de esos cuatro o cinco que ofician como custodios de un emblema que pocos quieren. Nadie se los quitará, por eso los llamé "La Camporita pseudoilustrada". Pero si algo me quedó claro de esta VII edición de la Feria es que represento a muchísimas voces del desagrado, cuando pensé que era una cruzada solitaria.


Primitivos como son, la torpe tarea emprendida por muro abierto contra mis libros registrados en la Cámara Argentina del Libro, y que gozan anualmente de los depósitos que marca la ley 11.723, los ha incluido en un delito civil, dejando huellas por donde menos creían: en ellos mismos. Eso trasluce las pocas chispas de lucidez de sus cabecillas contra otros autores y sus obras. Como organización está herida de muerte. Y como si fuera poco, salpican a la propia Secretaría de Cultura y Educación, a sus autoridades y al mundo del arte, porque recibirlos es auspiciarlos, y porque promoverlos es favorecer las ruindades, las amenazas, los ataques. Pero también embarran a otros autores que, desconociendo sus procedimientos medievales, aún se identifican con inocencia con un comité que nada puede darles excepto desprestigio y cuya regionalidad es mucho más grande que un distrito de un país. Deberían ser éticos por respeto a esos pibes que se acercan con esperanza, pero tal vez temen perder el puestito con el micrófono, la trascendencia que da no sé qué, o quizá un certificado firmado.



A menudo salí a fumar lo que implicaba cruzar por allí y, cagones como son, entendieron que era amedrentamiento: al contrario, a diario la tuvieron la oportunidad para expresarme sus "valientes ideas". Pero claro que esperarán a que termine la feria para volver a cacarear por las redes, de frente son renacuajos miedosos. Entonces, o estaban ocultos detrás de los mostradores, o distraídos mirando lejos, o pasaban serios y graves, como de camino al Nobel. Pero así, sin ética, sin estética y sin huevos para vivir, así escriben. Y claro, temen a quien sí tiene huevos para vivir y para escribir, por eso esperarán hasta estar lejos de nuevo para volver con burlas y mariconadas de afeminados reprimidos.

Son aislantes y refractarios al arte, la militancia de dos o tres orangutanes no alcanza, como organización existe para escuchar sus cuentitos y sus poemitas, y dispensarles aplausos. Los miembros ahuyentados hablan por sí mismos, resultado pírrico, si querían demostrar que no son censores, peor: probaron que son represores; y si querían probar que no son sectarios, peor: se revelaron discriminativos, y si querían identificarse irrestrictos, peor: se mostraron peyorativos; y si querían mostrarse amplios de criterio, peor: quedaron como cavernícolas difamadores y hasta mentirosos, ocultadores de lo evidente.
Ofenden a La Matanza usando ese título, les propongo dejarlo y usar el de "Los zoquetes mojados" o "Los comandos del pepino", porque tapan y ensucian a quienes merecerían hoy nuestro reconocimiento total.



Cada autor está solo frente a sus lectores y apenas soy un autor independiente, un autor como cualquiera, ya que mi obra está expuesta al público y a la crítica, vivo en San Justo, y escribía cuando ellos iban a la escuela primaria, pero no me debo a ellos, no les debo nada. No existe el "autor grupal". Mi compromiso es con la escritura y con mis lectores, con los escritores y artistas de cualquier latitud. Pago un precio alto por mi independencia de criterio, y cuando algo no me gusta, me doy media vuelta y me voy. Lo mismo hicieron otros. Con ellos, que quede bien claro, di media vuelta y me fui.

Barón Carlos Rigel