9 de mayo de 2015

Ser









No tenemos el tren más veloz del mundo, ni la torre más alta, ni el arma más poderosa, ni el ejército más temido, ni el edificio más alto, ni al pueblo mejor educado del mundo, ni la mejor película de todos los tiempos, ni el libro más importante de la historia, ni la calle más larga del planeta, ni el teatro más lujoso de la humanidad, ni la ciudad más poblada, ni la ancianidad mejor protegida, tampoco descubrimos la cura del cáncer, no tenemos la red de agua potable número uno del mundo, ni un premio Nobel de Literatura, ni un auto 100% nacional, ni el mejor auto de todos, ni el record de científicos o ingenieros, no fabricamos los mejores pianos, ni el mejor papel, ni los mejores relojes, no tenemos el menor índice de delito, ni la mejor red pluvial, ni la más grande planta recicladora, no clausuramos cárceles, no tenemos la mayor extensión sembrada, ni el indice más bajo de corrupción, ni el mayor campo productor de energía eólica o solar, ni el PBI más alto, ni el menor índice de enfermos, ni la más alta productividad per capita, ni la mejor enseñanza, ni la justicia más rápida, ni los mejores médicos, ni la flota pesquera más grande, ni el gobierno más eficiente de la Tierra...

Sólo tenemos a un líder religioso y está en Europa. Y al mejor jugador del mundo y juega en España.

CR

Copyright®2015 por Carlos Rigel