La careta del bolivarismo parece haber dejado
mudos a nuestros mejores intelectuales.
¿Cómo logran olvidar tan rápido la irritada
ofuscación del Proceso? ¿Cuándo fue que aprendieron
a dividir entre el Terrorismo de Estado malo
y el bueno?
Qué ha pasado con ellos, los intelectuales del discurso fervoroso, cuando lo común hasta hace pocas décadas era tomar posición ideológica de inmediato frente a los grandes conflictos sociales con derramamiento de sangre civil, de pronto nos hemos quedado sin relato oficial. A qué se debe el silencio cómplice, el mutismo permisivo, frente a la lucha del pueblo venezolano que hoy cae, alza a sus muertos y sigue. Dónde están las voces de protesta, o moderadas o iracundas, cuando por algo similar Octavio Paz renuncia a una Embajada en rechazo al gobierno de Díaz Ordáz que reprimió a estudiantes en la Totlelolcho de 1968. Dónde ha quedado nuestra dignidad, la integridad de "debatientes" permanentes, algo así como decir "combatientes", de todos los temas, bueno, para sabernos polémicos, ¿eh?
¿Presumiremos acaso de nuestra neutralidad para leer cuentitos y poemas en las ruinas?, ¿en verdad nos alcanzará para sabernos justos? Dónde ha quedado el espíritu de Lorca, de Robespierre, de Dantón o Diderot, la insolencia de Rimbaud, la obstinación de Roa Bastos o la osadía de Wilde, qué pasó con la resistencia de Neruda y la cachetada de Orwell, el espionaje de Pasternak y las denuncias de Sábato, o la mordacidad de Goitisolo y la rebeldía de Alberti, ¿de veras aceptaremos no abrir los ojos para no mirar? No es Vietnam ni la guerra civil española o el Chad o Granada o Nicaragua, tampoco el FMI ni el presidente de EEUU o el Papa, es Venezuela, ¡su pueblo está en las calles!
¿De veras creen que luego honrarán memorias de ilustres con palabras huecas? ¿O sólo compartiremos la vereda donde calienta el sol con palabras de amor? ¿Envolveremos el silencio con himnos de gloria? ¿Cuándo fue que aceptamos el papelito con la canción que debíamos cantar? ¿Desde cuándo los gobiernos nos sugieren qué canal debemos ver o nos dicen cómo debemos pensar o cuál relato debemos repetir o qué decir? ¿Cuándo fue que olvidaron de cuál lado está lo correcto? ¿De veras se han quedado sin palabras?
No habrá versos después de Venezuela.
Barón Carlos Rigel