Volví y miré el enigma andante
en el tejido de los
sueños, desnudo de corteza,
sin el guiño de la Fe o la esperanza,
perdido en el planetario
de las ilusiones adolescentes,
que ahora pueblan tus pestañas
desiertas de tristeza.
Y encuentro la fibra cruel del paraíso pretérito,
desecho y vertiente que escapa de mis manos,
construido a fuerza de amores,
uno sobre otro, robados al océano de los años,
ahora ausentes de brillos parpadeantes,
esculpidos eco tras beso.
Pero no hay columnas ni mármoles
que labrar en un futuro incierto.
El cincel también cayó de mis manos.
Ya no quedan unicornios minerales
en los estantes de mi tiempo
sino la epopeya de cada instante
perdido al ayer.
De cuando estaba lleno de respuestas
sin preguntas, vacío de sombras
pero sin ocaso todavía,
cuando no encallaba aún en esta ceguera
de atardecer último del árbol añoso
que ahora anida en la nube injustificada
de tu admiración.
Entonces era yo hermoso,
cuando todavía los muñecos venían
sin relojes de centellas y escribías tus deseos
en cada guardapolvos
siempre con aires de diciembre,
nunca en los de marzo.
Cuando estabas sin saber que vivías
y poblabas el mapa de cada almanaque
quitado a la creación sin saber el por qué.
Cuando no había dios que reinara
en la oración,
ni oración que penara en tu vientre
de trémula palidez
que ahora florece como una patria
del reino dentro del reino
en el último cielo prometido.
Cuántas veces desmembré los destellos
del amanecer mientras soñaba
tu infinito nacimiento de papel.
Ahora apenas queda en mi edén
una enredadera de palabras y
circunstancias,
de abecedarios sin sonidos y
de espigas que cantan mudas,
mientras sueño que no llegarás
sino como un tranvía sin riel en el corazón
y un bebé de cieno, rima y duraznos
apretado en los labios.
Junio de 2007
La poesía inconciente no obedece ni a razones de la mente
ni a lógica alguna, ya que esos son atributos de la prosa.
Sólo tiene compromiso con el líquido semántico en un río desbordado.
Lo que proponen los nuevos poetas es encausar el río salvaje,
es decir, un bello canal de cemento luego adornado
con puentes de azúcar para que resulte amable.
con puentes de azúcar para que resulte amable.
Copyright®2012 por Carlos Rigel
Bellísimo...
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