28 de julio de 2012

La piedra inicial / Republicado

Reflexiones para una Edad Luminosa
(pero de bajo consumo).


Cuentan que cuando Simón Barjona, llamado Pedro, recibió la piedra inicial de la Nueva Iglesia –un bloque sólido de doce kilos–, se aventuró a cargarla con valentía y penitencia el camino hasta Roma. Sin embargo, poco antes de llegar a destino, la ruta se interrumpió brutalmente por un pantano. No afecto a pérdidas de tiempo —ni a pensamientos profundos— se adentró en las aguas lamosas. Pero mientras avanzaba he aquí que perdió el equilibrio y la piedra cayó en la ciénaga. Tenía dos alternativas: Buscar ayuda... o construirla allí mismo.


Párrafo del texto Los ángeles al desnudo
del volumen Fragmentos del Cielo, de la Tierra y del Infierno.


Copyright®2011 por Carlos Rigel

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