8 de mayo de 2017

Soplo de la mente




El viento desgarra llovizna sobre las ondas de superficie, mueve lo inamovible, porque debajo, la masa se mantiene o impertubada o a veces contraria a la corriente que dibuja niebla en lo alto. La mente contamina de inusitado fervor o interminable desencanto cuando el corazón yace libre de prejuicios, de ruegos o luces de esperanza. Si la mente pudiera sentir dejaría de existir.

CR