Una extensión de mis derechos de autor
que protege los descuidos de una poeta emergente.
Un mundo de pecados, una audáz escapada, una mirada cómplice, una tarde de luna impacientada, un amanecer lleno de miel, una canción falsa, un remordimiento y otro más, un cuarto lleno de deseos, un volcán en nuestras bocas, un instante de suspiros, nuestra piel desesperada, una travesía bajo las sábanas, un relámpago de nuestra carne, una noche desesperada e interminable, una madrugada que termina y sólo quedan los deseos sin descubrir.
Andrea Dagnillo
Copyright®2011 por Carlos Rigel
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