¿Acaso hay otra manera de morir que no
sea de un paro cardiorespiratorio?
Un aporte invalorable del gran deceso nacional
a la poco imaginativa medicina contemporánea:
Nuevas y mejores formas de morir. Facultad
de Medicina, tomar nota.
sea de un paro cardiorespiratorio?
Un aporte invalorable del gran deceso nacional
a la poco imaginativa medicina contemporánea:
Nuevas y mejores formas de morir. Facultad
de Medicina, tomar nota.
Cuando un periodista le pregunta a un médico los motivos de un fallecimiento o célebre o anónimo, accidental o fortuito, la respuesta es siempre la misma. "El motivo del deceso fue paro cardiorespitatorio". Que yo sepa, en la naturaleza, todo lo que tenga sangre termina de esa manera, aunque las causas de origen puedan ser tan variadas como las siguientes:
Por autoelectrocusión, por mordida de dinosaurio rabioso, patada de canguro salvaje, aplastamiento por meteoro extraterrestre, ataque tentacular de un pulpo gigante, disparo buco-cerebral, transplante interrumpido por un partido, paquete de medidas económicas, choque de galaxias, envenenamiento político, abandono médico por el convenio con la funeraria, por un penal errado, de asco, por disparo con rayo láser, gárgaras con cianuro, incautamiento sorpresivo de ahorros, de amor, de venganza con hamburguesas macdonalisias, a quemarropa con un libro de Coelho, de agusanamiento cerebral, de vergüenza, por dormirse en las vías, de horror, con uno de Caparros pero de mil páginas, de linchamiento con tetranrick, por motivos desconocidos, por una maldición egipcia, por entutoramiento de cuello ajustado, por un botellazo cumpleañero, con uno de O’Donnell autografiado como si lo hubiera escrito él, por encargo del presidente, por contagio de La muerte roja de Poe, por disparo de policía descuidado, por un fierrazo tribunero, de asfixia con un pedazo de vacío cuando en el noticiero aparece Chirolita como senador, por succionamiento de sangre del Chupacabras, lo mismo pero por Drácula, por atragantamiento con un globo aeroestático, de intoxicación con jabón el polvo, de indigestión con fosfato de hidrógeno, etcétera.
La lista es interminable, pero no importa cuál fuera el motivo, el fin es siempre igual. Tal parece que la Muerte viene poco inteligente ya que sigue el mismo patrón desde que los reptiles dominaban la Tierra. ¿Podrá la medicina moderna aportar nuevas y más creativas formas de morir?
Octubre de 2005
Copyright@2011 por Carlos Rigel