El misterio del sombrero finalmente ha sido revelado. Se trata de la obra "Pescador de ilusiones" del artista argentino Guillermo Didiego. Los posteos corresponden al muro de Facebook en dos fechas separadas, el 4 de julio y el 25 de Agosto.
Carlos Rigel: Se lo ve
esperanzado, expectante, casi iluso... ¿quién fue el modelo?
Guillermo
Carlos Didiego: Vos..., después de tu libro...
(se refiere a un capítulo del libro El conquistador don Quijote de la Mancha en el reino de Las Indias de mi autoría, de cuando el manchego llega a la provincia de La Riojana y conoce al Marqués Caudillo Chiroga Tresmenes, copia única editada especialmente como regalo).
Carlos Rigel: Entonces
soy esperanzado, expectante y casi iluso (aunque algo tímido). ¿Es tu imagen
del espectacular, soberbio y inigualable Carlos Rigel?
Guillermo
Carlos Didiego: Ese es... Un fantástico soñador que llega sin
saber; ese es Rigel un iluso ilusionista...
Guillermo
Carlos Didiego: es un Quijote americano... Jejejeje… ahora voy ha
hacer "la cazadora...", será su compañera...
ni desilusionado y aún
menos sin ilusiones, es un "Quijote americano", saltador de océanos,
vencedor de aztecoides, todo para dejar su perfume en los senos de una dama...
En el no habita la desesperanza...
Carlos Rigel: Es
esperanzador, entonces, soñador catapultoso, creo que primero lanza las
ilusiones bien lejos y luego parte hacia ellas, guiado por la brújula cardíaca.
Todo un soñador.
Carlos Rigel: No dejo
de mirarlo, me encanta y me atrapa en su campo magnético, pero no me hago
ilusiones de tenerlo en mi oficce.
Guillermo
Carlos Didiego: ¿porque no...?
Carlos Rigel: Porque
tendría que aceptar una burda copia láser sin dedicatoria de su autor...
inaceptable.
Guillermo
Carlos Didiego: Nunca una burda copia, si una extraordinaria
copia en camba... Como corresponde para que la enmarques.
Carlos Rigel: Eso me alegra
hasta el fervor, y no son banalidades. Estoy cansado de afanar imágenes
pretendiendo que he adquirido una pedazo de la creación. La creación no se
afana.
Guillermo
Carlos Didiego: La deformidad no existe, es una realidad
limitada, sólo puede ser apreciada por el artista.
Guillermo
Carlos Didiego: Nunca podrás afanar la creación, le pertenece a
un sólo ADN. Apenas podrás recrearla si la repites o publicitarla, si la
fotocopiás. Amigo del alma, dispones de todas mis imágenes porque dispones de
mí. Abrazos.
Carlos Rigel: Me gusta mucho esta obra, aunque
me avergüenza decir que me veo reflejado en ese personaje entre alegre,
fantasioso e irresponsable. Me alegra el éxito de tu gira por el
norte (Corrientes y Chaco).
Guillermo
Carlos Didiego: Querido amigo Carlos Rigel, esta obra está
inspirada en tu persona, pero no pienso hacer público como ciertos esos auto
calificativos que dejaste entrever en tu comentario. Sólo puedo decir, y me
hago cargo, que el sombrero está puesto ex profeso para tapar el revuelto nido
de palomas y colibríes que con algarabía portas habitualmente.
Silvia
Beatriz Cavani: Excelente comentario.... conociéndolos a
ambos! Jajaja!
Carlos Rigel:
Jajaja... bueno, menos mal. Gracias, has preservado sobriamente (y sutilmente,
debería decir) mis nobles cualidades creativas para la Eternidad. Ahora portaré
con algarabía el sombrero tan monocromáticamente dispensado por tu mano.
Guillermo
Carlos Didiego: Querido amigo, no lo soportes, quitá tu sombrero
para que el sol caliente los huevos que porta el nido... Jeje.
Carlos Rigel:
Bueno, por ahí, y con suerte, sale un pollo o un faisán.
Guillermo
Carlos Didiego: Querido amigo, te admiro porque en esa cabeza
hay un nido de letras que dan la luz a las ideas que duermen, que deambulan
desordenadas por las circunvoluciones laberínticas donde reposan infinitas,
patrona de privilegiados como vos... Ellas gobiernan... Ellas eligen a quién...
Necesitan ser entendidas para no desvanecer abrazadas a la ignorancia... Un
cariño fuerte, con amor y pleitesía.
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