Esta madrugada quedó inaugurada, para sorpresa del tráfico céntrico, el monumento a nuestro primer presidente: Demetrio Cúspido Calpurnio –tatara tatara abuelo del actual presidente y fundador de nuestra patria– en una operación oculta signada por el misterio y el apuro. Se encuentra en la intersección de las avenidas Demetria y Cicuta. Las tareas contaron con el apoyo de la Fuerza Aérea y el escuadrón antimotines de la Policía Federal debido al júbilo del tránsito y el público en general. En efecto, hubo hurras y vitoreos de conductores y taxistas que celebraron de viva voz la sorpresiva aparición y que ante los desbordes enardecidos debieron ser contenidos con gases lacrimógenos y palos –de lo cual resultaron 15 detenidos–, sin embargo quedó inaugurado en medio de la conmoción cívica. Se espera una pronta adaptación del tráfico capitalino.
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