18 de abril de 2009

La vida después de la muerte


…. Entonces Max (el actor Jamie Foxx) se enfrenta con su 9mm —inhábil como es— al gélido asesino Vincent (el actor Tom Cruise) y su Beretta de 16 disparos, cuando un salto de electricidad de cambio de red aérea deja al tren en la parpadeante oscuridad con mínimos destellos exteriores. Y ambos sin sentencias ni aclaraciones, se vacían mutuamente los cargadores, uno contra otro, fuego y rayo, apenas separados por las puertas neumáticas de ventanillas transparentes que en nada afectan a los proyectiles —no a esa corta distancia—, las armas rugen como truenos. Y Tom Cruise, aunque herido de muerte, gesticula displicente. Un final palpitante...
Andrea a mi lado, aún estupefacta por la persecución, pregunta:
—¿Lo mató?
Absorto aún con las escenas finales, le respondo:
—... Me parece que no porque lo vi hace poco en otra película.

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