Mínimas del espacio exterior.
Una comunicación breve con el novelista premiado y arquitecto exitoso, y amigo, Gustavo Nielsen nada menos que a las 5:30 de la mañana. Uno recién despierto y el otro sin dormir, pero ambos laburando. Me recuerda que nos debemos una choriceada poco o nada solemne, deduzco presentes durante el almuerzo de camaradería los ají picante y escabio del tinto.
Nos vimos pocas veces en la laguna del tiempo, a saber, 2009, 2005, 1989, 1878 y creo que antes de la gran conquista. Y no, no se hablará ni del Mundial de fútbol ni de su derrota sufrida en Mar del Plata, durante el Mundial de Metegol, sino de un proyecto de video documental sobre figuras literarias nacionales. Durante el agasajo haberá burlas, sucintas recordaciones de personalidades nefastas y semblantes de personajes de historieta para el olvido, quizá algo de literatura y también un análisis de temas del quehacer de la escritura estrangulada. Y acaso de libros, quizá de monumentos o de la importancia del agua en la navegación, no lo sé. Y mucha joda. Es un prepotente constructor de puertas: si no las hay, las crea. Así se hace, Gus.
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