Versiones aún no confirmadas consignan que Villa Soldati, como Nagasaki e Hiroshima, se suma a las regiones del globo agredidas con armamento nuclear de exterminio masivo. La otra versión temeraria aventura el uso de gas nervioso y corrosivo de tejidos, lo que justificaría la desaparición abrumadora de cuerpos y restos humanos, pero aplicada al agua potable.
Lo cierto es que la devastación habla por sí misma cuando ya se especula acerca de fosas y faros láser de desintegración total de la materia al mejor estilo del Guasón en Ciudad Gótica.
Termina de amanecer en las orillas venenosas de Buenas Brisas. Un sol pálido ilumina el paisaje espectral de la desolación cuando en el cielo una bandada de murciélagos se abalanza sobre un gorrión tempranero. La mañana vaporosa no oculta la lucha pleistocena de picotazos, mordidas y ruidos desesperados que prolonga su descenso hasta el ras del suelo. Presa y depredadores sumergen sus destinos inciertos en caída a la maleza. No lejos de allí una bolsa plástica de logo francés sobrevuela el paisaje devastado como un ánima apocalíptica, sobreviviente y testigo mudo del holocausto. Restos agónicos humean donde hubo asados y choriseadas gratuitas hace apenas días.
No se trata de la llanura del Armagedon ni de los desiertos petrolíferos calcinados de Kuwuait. Es la poceada llanura de Villa Soldati. Se habla de las 4 o las 13 lucas –o prometidas o entregadas, reales o ficticias–, que el gobierno le concedió a los ocupas del predio. O quizá la amenaza de anular los beneficios de planes sociales actuales o futuros a los protagonistas del incidente y posterior desaparición. Éxodo o exterminio, el enorme baldío conserva en sus entrañas las pautas del misterio. Las sospechas estallan en el aire como petardos en celo.
Macri aseguró a los vecinos que, de haber usado ojivas de uranio o plutonio en el desalojo –lo que aún
no confirma–, no deben preocuparse ya que redundará en una mejor oferta por metro cuadrado del predio en caso de subasta pública.
Ya entreveo los mitos nacientes de aparecidos y fantasmas en la tierra devastada. Quedarán los espectros condenados y las ánimas esperpénticas para habitar el olvido de los vecinos con tormentos y terror. Quedarán las amenazas de violaciones a los soldateños, los enfrentamientos nocturnos. Quedarán voces remotas ondulando en el aire lamidas por los vientos alisos, declaraciones comprometidas y exigentes en micrófonos invisibles a cargo de espectros con gorrita para atormentar las pesadillas de los vecinos. Corridas y revueltas taparon en las pantallas ciudadanas, a fin de cuentas, el reclamo legítimo del pueblo Qom con una pungueada civil o consumada o presunta. En las pantallas prioriza Buenos Aires por sobre cualquier otro incidente en las provincias. Resulta más barato. Como si fuera poco hubo más muertos aquí que allá, entonces quedó sepultado lo legítimo de allá con lo ilegítimo de acá por un promedio estadístico en la tabla de posiciones de 4 a 1, como si fuera un partido dominguero. Aunque tal parece que la cuarta víctima se levantó de entre los muertos cuando se enteró de las 4 lucas en mano.
La bandada de murciélagos emerge del pastizal, todos ellos sospechosamente pesados en sus aleteos. Dos de los mismos chocan como helicopteros; desprolijos y aterrados caen al abismo aunque uno de los accidentados muy pronto recobra el vuelo y se da a la fuga, ajeno e inmune al destino del herido quien desde la espesura chilla y agoniza en soledad, herido de muerte y presa, ahora, de las ratas que ya cierran sus fauces inclementes en la carne aparagüada del batibicho. Muy pronto se decepcionarán de masticar cuero y hueso sin carne alguna para agregar otra víctima al desencanto de vivir peor que corriendo la coneja.
Flota en el aire la idea inquietante de la mano creativa del Guasón diseñando travesuras tétricas y preparando declaraciones con vistas a las presidenciales de 2011. A falta del Pingüino enfrenta nada menos que al enigmático señor Acertijo. Gatúbela también se candidatea este año. La oferta será amplia para el electorado. Ya tienen listas las urnas de recambio y los operativos interceptores de comicios diseñados con astucias y contrastucias incluidas en la evasión, hasta que al fin nadie sepa cuál es el verdadero resultado. Será un gran simulacro.
El sol finalmente revela los motivos internos de su palidez externa: tras algunos cabeceos vomita de asco en el horizonte. Luego sigue camino al zenit, levemente recobrado en su coloración ígnea. El escabio no es bueno con estas temperaturas. Ángeles y demonios caen a pique en la atmósfera metalífera. Y del murciélago despostado queda apenas un puñado de hilachas resecas, mojón y víctima muda del posible holocausto.
Otro día de misterio ha comenzado en el desierto ciudadano de Buenas Brisas, acaso la ciudad más importante de Calpurnia centro.
Copyright©2010 by Carlos Rigel
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