19 de septiembre de 2010

Tiroteo literario, Feria Municipal del Libro de San Justo 2010


Trinchera abierta.
Junto a dos rebeldes noveles, Victor Orellana y luego Christian Malattia (en compañía de vuestro humilde servidor), ayer sábado fue emprendida a carpa vacía –como es de prever con el público matancero–, la 3ra. resistencia cultural literaria en La Matanza, Pcia. de Buenos Aires.
Hubo problemas de convocatoria y hasta desorganización, sumada a la frecuente ausencia de autoridades culturales, y hasta público invitado extraviado. La falta de señalética adecuada en las entradas dificulta la busca de objetivos de interés, convirtiéndose en una visita sorpresa y obligando al público al descubrimiento paso a paso.
Sobre la hora de inicio de la presentación en sociedad de los autores matanceros, repito, la carpa estaba vacía, lo que promovió la improvisada lectura de textos de Orellana (un poco nervioso frente al abismo) con quien me encontraba a solas en medio de la Pampa literaria, mediando unas cien butacas perfectamente vacías, un micrófono temerario y la mirada intangible e inexpresiva de los técnicos y sonidistas.

Durante la escaramuza fuimos acosados por una señorita parda y de campera blanca (de sonrisa muy ligera y fácil) quien irrumpió sin identificarse y de quien no nos quedó en claro si en su vida quería dedicarse a escribir, a pintar o a completar los mandados del día. La misma tuvo a bien reclamarnos mayor participación en el acto (a sabiendas de que la sala estaba vacía) lo que disparó la inmediata lectura de trabajos a micrófono abierto. La anónima se dio a la fuga entre el público de los pasillos sin aventurar su retorno.
En medio de los disturbios silenciosos, Victor Orellana presentó su nuevo libro Más oscuro que la noche (acaso para iluminar el ocaso) que transita una prosa de penumbra descriptiva y reflexiva. Luego, la inconmovible trinchera lectora recibió refuerzos con la figura de Christian Malattia quien sumó textos de su cuño personal aunque no me quedó en claro a cuál libro pertenecen. El metralleo de textos a los feriantes, en asedio a la ausencia, fue incesante.

La solemnidad de los noveles no ayuda a convocar al público, por lo que debí introducir el comienzo brutal del cuento Las moscas vienen de la Luna (una oda al escabio) Editorial POL, 2008, para recibir algunas sonrisas en respuesta y el compromiso distante de las visitas. Por suerte el espacio terminó con la sala casi llena lo que agrega otra constante de análisis: La de las conocidas "llegadas tarde" del público argentino, inauguradas durante el gobierno menemista y continuada fervientemente por el actual, lo que impide cualquier conclusión o promedio estadístico acerca de la respuesta del público a un evento cultural, aunque casi siempre es baja. Al cierre hubo recital de poemas de Almafuerte y del extinto poeta Elvio Romero, agregado cultural en Argentina.
Mis observaciones acerca del material escuchado hasta el momento: Mucha solemnidad y poco humor. No termina de comprometerme.
Otra observación destacada de la jornada: Los militantes estilo "cartoneros Cacharel", muy frecuentes en el gobierno de La Matanza, que es cuando un saco no encaja con una cara, especie de guardaespladas ilustrado o "Descamisado 4x4".

El dato...

Carlos Rigel
Stand 82
Autores Matanceros
Pabellón 5 (frente a La iglesia)
Carpa Cátulo Castillo de la Feria Municipal del Libro, Plaza Gral. San Martín de San Justo.

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