15 de enero de 2019

Liberis


Por el momento, el ensayo de literatura y alcoholismo con sus 180 páginas no cuenta con editor a la vista. Se trata de un material muy comercial y pienso que tendrá buenas ventas. Es probable que lo edite yo por mi cuenta para registrar algo de ingresos por el costo de realización. Luego, con un ejemplar en mano, visitaré, una editorial céntrica que tengo en vista desde hace un tiempo pero que ya tuvo un descenso en el distrito a través de un autor matancero. Y sé que ya ha celebrado contratos por cesión de derechos de autor. 

Posiblemente ceda los derechos parciales sobre las 14 o 15 obras editadas para ese momento. A poco, ha empezado a pesarme arrastrar la edición de 14 libros que se agotan en reposiciones cada vez más cortas pero que me restan tiempo para ocuparme de mis otros asuntos, como escribir y terminar las novelas y los ensayos comenzados y hasta, incluso, que han cumplido con la mitad del plan total de la obra para quedar suspendidos en el limbo de los escritos. También para dedicarme a la edición de otros autores que comprometen mi criterio y mi interés. 



De cualquier manera, seguiré trabajando sobre cuatro o cinco títulos nuevos de gran porte, y uno de ellos para concursar en un certamen de novela en 2020, a mi regreso a los grandes premios de narrativa, luego de mi retiro de 10 años de las compulsas abiertas. Cuento con las facilidades que me ofrecen editores amigos para enviar material al exterior a muy bajo costo, la causa principal de mi alejamiento de los certámenes. 

Que viva anulado en el corazón de La Matanza no es óbice para detenerme.

Rigel

copyright®2019 por Carlos Rigel