11 de noviembre de 2018

Aeterna


¿Qué es el tiempo?

Nací en China hace 4724. pero la vi recién en 181, durante un incendio en Roma, y al sentir el aroma de su cuerpo recordé haberlo advertido antes, quizá en 112 A.C.. o tal vez en la Antioquía del 180. Luego, cuando los moros invadían Europa en 723, soñé que frotaba sus cabellos lacios por mi cara, pero debí perderla por poco. El 1616 sentí la desesperación de su muerte durante el descenso cruel en Panamá. Volví a sentirla morir en un pueblo de la España en guerra. La vi en Brasil en 1962, conversando con un ángel. Mañana creo que la veré en Buenos Aires cuando de vuelta a una esquina céntrica, o quizá en el viaje en tren de regreso, o mientras espere el micro. Estará de pie frente a una vidriera, eterna y dimensional. Y la veré entera con mi cuerpo y el peso de siglos.Penetraré de nuevo el aroma de sus lacios, sentiré el perfume de su cuerpo que grita y recordaré las llamas y la muerte, el tiempo y los sueños. No sé todavía qué le diré, pero no la dejaré ir. Sino, sé que tendré que esperarla hasta el 2318 en la Antártida tropical. Dios juega al tiempo y tardo siglos en aprender, pero el mío se agota. Me inspira la persistencia de su alma por encontrarme. Pero ella no lo sabe.

CR


Copyright®2017 por Carlos Rigel