20 de noviembre de 2011

Poema sin título de Andrea Dagnillo

Una extensión de mis derechos de autor 
que protege los descuidos de una poeta emergente.


Un mundo de pecados, una audáz escapada, una mirada cómplice, una tarde de luna impacientada, un amanecer lleno de miel, una canción falsa, un remordimiento y otro más, un cuarto lleno de deseos, un volcán en nuestras bocas, un instante de suspiros, nuestra piel desesperada, una travesía bajo las sábanas, un relámpago de nuestra carne, una noche desesperada e interminable, una madrugada que termina y sólo quedan los deseos sin descubrir.

                                                     Andrea Dagnillo


Copyright®2011 por Carlos Rigel 

15 de noviembre de 2011

El mar en llamas





Marathónica de Poesía y Narrativa en Mar de Ajó, 2011,
organizada por la Fundación de poetas René Villar del 10 al 13 de Noviembre.


Apenas median horas entre el arribo a Mar de Ajó y mi ponencia anunciada por los coordinadores Horacio y Rubén Gómez. Se trata de la convención de autores y artistas de la Costa Atlántica, Mar del Plata y que incluye en este episodio a narradores y poetas de ciudad de Buenos Aires, GBA y provincias del interior. Transcurre en un noviembre anacrónico de calor, de viento y frío nocturno en el lujoso hotel Latinoamericano de Mar de Ajó, frente al mar.
En su mayoría se trata de coordinadores de encuentros de autores independientes, cafés literarios y talleres de escritura, incluso estudiosos de los procesos creativos, con irrupción de poetas y narradores, tanto veteranos como amateurs. 
La ponencia a cargo del autor prevista para las 19:45 –en la que el saco y la corbata no estuvieron ausentes–, comenzó finalmente a las 20:05, y aunque se me dispensaron dieciocho minutos, ocupé treinta y cinco minutos con atención absoluta del público –aprox. 100 personas–, clausurando la segunda jornada y previo a la actuación de Alfred Hopkins.
Como es sabido, jamás leo ni hablo de mi obra, y preferí comenzar con un análisis breve del estado de la letras en el Partido de La Matanza –ya que debo fundamentar mi presencia allí–, hasta dedicarme al tema propuesto. Como es habitual, hay reflexiones atinadas y risas, y lo que puede entenderse como el agradecimiento de la gente, que es cuando extienden manos para recibirnos de regreso a un ruidoso anonimato tras finalizar la ponencia.


La observación es que la poesía parece agotada, acorralada por lugares comunes perfectamente olvidables. Recuerdo entonces al premio Cervantes español Antonio Gamoneda cuando habla de "poetas imperiales" y de "poetas conquistados" porque siguen las estructuras mentales del siglo de Oro. Peor aún, es evidente el avance de la prosa por sobre la poesía clásica ya que el verso libre tiene más de narrativa que de sonoridad rítmica.
Pero quizás la novedad, el momento de ruptura con la solemnidad, el destello de contracultura, es la "Poesía sucia" del marplatense Víctor Clementi, especie de ogro semántico –o monstruo enamorado–, quien además caracterizó junto a Ana Pocorena y para estallido de risas del público su obra "(Osama) Bill Lamen", que vendría a ser el reportaje a un terrorista fundamentalista nacido de un experimento genético en la amalgama desopilante de Bill Clinton y Bin Laden, precisamente el humor arriesgado que yo agradezco.


Diría que al menos cincuenta autores expusieron, presentaron o leyeron sus textos durante las cuatro jornadas. Así escucho "años atrás", "tan es así" y otras variedades de la mala escritura y que revela la popular entrega a la redacción con poco estudio del español y menos lectura. Pero en todo caso habla de la formación media o baja de los moderadores del área que no sólo afecta a la costa sino a la latinidad. Hay más impulso que academia y la busca de "la belleza en los intersticios de la verdad" de las reflexiones hegelianas, no alcanzan para justificar la ausencia.

La cordialidad del grupo humano es intachable; así también la actuación del equipo de coordinadores: Horacio y Rubén Gómez, Lucía Vizio y Alicia Erdelysrky, que siendo autores resignan espacios propios en beneficio de las visitas. Sé cómo es eso. Tengo especial interés en asistir a la ponencia "La magia de los cafés literarios", lectura defectuosa a cargo de Josefina Rodríguez quien lista el origen de los cafés en Arabia y Europa medieval y, para mi asombro, salta al Café Tortoni, a comienzos del siglo XX, obviando nuestras payadas de pulpería que serían la versión autóctona más antigua de nuestros mates literarios. Por suerte en el Día de la Tradición Isabel Corrao Santos recita un fragmento extenso de Santos Vega de Hidalgo, salvando la fecha.
También soy invitado a la cena de camaradería preparada por los organizadores para la noche del sábado y me toca la mesa de autores marplatenses, algunos muy jóvenes, todos ellos coordinados por Marcela Predieri. 

La Patagonia está presente o recordada en la figura legendaria de Vicente Zito Lema, tras 19 horas de viaje para alcanzarnos, llegado desde una cárcel de mujeres, quienes editan un libro de poemas que me hubiera encantado escuchar. Por desgracia mi valija espera despanzurrada y vacía en la cama el viaje de regreso a Buenos Aires.
Una rareza: vendí todos los ejemplares que llevé, excepto uno que regalé a Augusto, un autor muy joven en lucha lúcida contra un visible síndrome de Down.




8 de noviembre de 2011

Hay que renovar las formas de morir


¿Acaso hay otra manera de morir que no 
sea de un paro cardiorespiratorio? 
Un aporte invalorable del gran deceso nacional 
a la poco imaginativa medicina contemporánea: 
Nuevas y mejores formas de morir. Facultad 
de Medicina, tomar nota.


Cuando un periodista le pregunta a un médico los motivos de un fallecimiento o célebre o anónimo, accidental o fortuito, la respuesta es siempre la misma. "El motivo del deceso fue paro cardiorespitatorio". Que yo sepa, en la naturaleza, todo lo que tenga sangre termina de esa manera, aunque las causas de origen puedan ser tan variadas como las siguientes: 

Por autoelectrocusión, por mordida de dinosaurio rabioso, patada de canguro salvaje, aplastamiento por meteoro extraterrestre, ataque tentacular de un pulpo gigante, disparo buco-cerebral, transplante interrumpido por un partido, paquete de medidas económicas, choque de galaxias, envenenamiento político, abandono médico por el convenio con la funeraria, por un penal errado, de asco, por disparo con rayo láser, gárgaras con cianuro, incautamiento sorpresivo de ahorros, de amor, de venganza con hamburguesas macdonalisias, a quemarropa con un libro de Coelho, de agusanamiento cerebral,  de vergüenza, por dormirse en las vías, de horror, con uno de Caparros pero de mil páginas, de linchamiento con tetranrick, por motivos desconocidos, por una maldición egipcia, por entutoramiento de cuello ajustado, por un botellazo cumpleañero, con uno de O’Donnell autografiado como si lo hubiera escrito él, por encargo del presidente, por contagio de La muerte roja de Poe, por disparo de policía descuidado, por un fierrazo tribunero, de asfixia con un pedazo de vacío cuando en el noticiero aparece Chirolita como senador, por succionamiento de sangre del Chupacabras, lo mismo pero por Drácula, por atragantamiento con un globo aeroestático, de intoxicación con jabón el polvo, de indigestión con fosfato de hidrógeno, etcétera.


La lista es interminable, pero no importa cuál fuera el motivo, el fin es siempre igual. Tal parece que la Muerte viene poco inteligente ya que sigue el mismo patrón desde que los reptiles dominaban la Tierra. ¿Podrá la medicina moderna aportar nuevas y más creativas formas de morir?


Octubre de 2005


Copyright@2011 por Carlos Rigel


3 de noviembre de 2011

Extinto esplendor




"La fuerza y la belleza del unicornio residen en su cuerno. He ahí la majestad en el obsequio de los dioses entregado a los hombres en los destellos finales de la edad de Bronce. El último fue cazado con una zanahoria en una bahía de Cos en 836 A.C. Tardó menos de un minuto en morder la carnada. Desde entonces los lugareños dicen que en la bahía hay buen pique."


Párrafo de Los ángeles al desnudo, 2005





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