24 de julio de 2010

Nihil Obstad: Absurdum Rerum



Sintaxis de una respuesta:
Reflexiones acerca del esoterismo y la oscuridad
en épocas de amenazas electrónicas

Es propio de un autor, en este caso el narrador (y que se precie de tal, por supuesto), la busca de formas semánticas y hasta sintácticas precisas y novedosas para expresar, a menudo, lo común. En todo caso se aprecia de esta fauna misteriosa la "óptica" que adopta, el punto de vista, para describir situaciones o circunstancias que de otra manera resultarían en "lugares comunes". En efecto, los así llamados "lugares comunes", aburren, decepcionan, deslucen la imagen y el texto, y dan cabida a dudar acerca de la exclusividad del autor, y lo que es peor, de su concepción que es, finalmente, nuestro punto clásico de interés. Un autor que no se obliga a la originalidad metafórica ¿qué nos hace pensar que sí lo logrará con las ideas?
Polemizábamos una vez un grupo de jóvenes con el narrador y dramaturgo Abelardo Castillo acerca del abuso, por ejemplo, de los insultos en la narrativa contemporánea. Es un empleo tan común escribir "hijo de puta" o "boludo", o sinónimos callejeros de estos sustantivos, que obvian lo fundamental: Pierden la eficacia en el efecto esperado. Decía Castillo: "Fíjense que un imbécil bien puesto, tiene más fuerza que un hijo de puta".
Por completo de acuerdo.
Sin embargo, como lo muestra el actor Darín en la película "9 reinas", a veces la economía demanda veracidad de lenguaje y honestidad de imagen, de lo contrario no cumpliría el otro dogma del cine y la literatura que es la verosimilitud, valor que, sin duda, nos compromete con la historia en sí misma. Es decir, no siempre podemos evadir el lugar común sin padecer las consecuencias de la inverosimilitud y la falsedad.
Entonces, para todos los umbandas que a menudo llaman a mi casa para amenazarme, o que me escriben a mi email (o el de mi esposa), también con motivos de amenazas sobre mi persona y mi familia, sobre todo si no hago tal o cual cosa a gusto de ellos, bueno, a todos ellos, es decir, Maes y Paes de los diferentes orixás de cabeza de cada uno (y exceptuando a Yemanya, porque sé que ama y me tolera), exús o pombagiras (según lo indica el oráculo personal de cada persona o jefe de templo en las diferentes categorías, claro), público feligrés, allegados y gente simpatizante en los atávicos y mesolíticos rituales del quimbandismo, el umbandismo y panteón de Orixás, a todos ellos, precisamente, quiero decirles que...


¡¡¡¡¡ Me soban entre todos el gato !!!!!
¡¡¡¡¡ Y váyanse a la putísima que los remil parió !!!!!